Dedicado a mi mismo, cuando era un niño.
Cada recuerdo de ti resume una sonrisa en mi vida… cuando me he sentido mas importante en mi existencia, es mientras cargo a mi tesoro aferrado a mi, confiada en mi, segura en mi… tus manitas son telarañas que se tejen entre mi alma y mi humano…. Una vez un hombre amo perdido en el desierto a un
principito… y yo que te tengo a ti que eres mas bien reina en este desierto de hombres, tecnología, ciudad, humanidad, y daría mi vida y mi espíritu por ti sin pensarlo un instante, por verte sonreír, por tener tu beso en mi beso, tus manos
pequeñitas acariciando mi cara, como si para ti esa cara fuera la alegría de sentirte amada!
Como no podría uno enamorarse y querer seguir siendo niño al mirar a los ojos a un
principito o
princesita? Quién te preguntaría en el desierto y al borde de la muerte por cosas realmente importantes? y que reduce su vida a algo tan sublime como saber si una rosa esta bien… o esta mal… ?
Es increíble
pequeñita como llenas una habitación con tu presencia, como llenas mi vida con solo tu existencia, como saber que puedes aparecer de repente en alguna parte, haciendo preguntas y sin atender respuestas, pidiendo que alguien te dibuje un cordero, o un “
pampollo”… y si fuera yo a quién tu elijas para dibujarte mis fantasías aún infantiles en medio de el desierto de hombre en el que me he convertido, de boas abiertas y cerradas, de océanos lejanos en ninguna parte, y naves ardiendo, y tormentas lejanas, que sé que tu puedes detener con solo una sonrisa!
Dichoso el día que un Dios que me amo en
demasía, te puso pequeña entre mis brazos, y me llamaste “
papito”, dichosa la migración de aves que te trajo a mi… dichosa la existencia, y este paisaje, para mi el mas bello y el mas triste! Y dichosa la vida, que me toco vivir contigo… por que
sufrirte en la distancia es la dicha mas profunda al saber, que por las noches, aun sin mi
presencia, buscas mi beso, mi abrazo, mi sombra… y yo silencio grito
cotidianeidades para confundirme en la noche de tu habitación, y ser tu cobija, y ser el
guardián de tus sueños, y tu almohada, y tus sueños mismos… para que caiga en mi la pesadilla, el
frío, el miedo, de ser tan frágil en medio de el desierto… Pero me sorprende la mañana! Y me doy cuenta, que puedo levantarme y seguir!
Y entiendo entonces que tu existencia me ha salvado a mi, de ser tan pequeño en el desierto, por que tu eres lo mas grande, como este desierto de la humanidad! De el universo oscuro y solitario, excepto por que se que hay en alguna parte una
princesita, que grita mi nombre en el silencio, y mi nombre no es ninguno común compuesto con apellidos, mi nombre verdadero es “
papito”, y tu que miras varias veces al día amaneceres en tu
planetita, eres quién en realidad cuida los sueños, de este hombre tan pequeño, que ya no se detiene ni siquiera a ver el amanecer y la puesta de sol que salta a la vista cada vez, que los faroleros de todo el mundo se movilizan como un ejercito gigante, y las
lucesitas de el cielo aparecen y desaparecen y gritan: -“mira hacia arriba, que el asteroide B 612 te esta gritando! Te esta llamando…” y de cuando en cuando, quisiera escaparme al desierto de los hombres, y dejar la ruina de el cuerpo, y despertar en tus ojos, en el jardín, en el azul… y ayudarte a cuidar a “
Frijolita”
Te amo bebé preciosa! Eres mi vida, eres mi todo! Y jamás incumpliré mi promesa de estar siempre contigo… y podré decirlo sin miedo… que el
principito que me salvo en el desierto, se llama
Sofía.