Terminaste de suspirar el mismo instante que años atrás dejamos a medias, y dijimos adiós, y te paraste ahí como si nada, a contra luz para guardar la misma silueta que dio vuelta y me dejo con estas palabras en la boca, y fue extraño verte ahí frente a mi, en la penumbra de mi soledad, guardando esa distancia de siete pasos como años en nuestra historia, mirándome con tus ojos tristes, reteniendo los brazos y deteniendo tus piernas para no correr a mí, por miedo que te abofetee, sin saber que casi no puedo ya con esta ausencia de tus besos, de tu abrazo, de decirte que no me importa donde hayas estado ni con quién.
Enciendes un cigarro y no dices nada, nos quedamos inmóviles ahí como simples espectadores de un pasado que vuelto hoy en esta circunstancia no dejamos ser por que no nos atrevemos, yo quizás me he acostumbrado al dolor, a la tristeza, a esta sensación de oleaje en mis manos cuando no te tocan, como un hormigueo que se escapa de tus memorias.
No te busqué y sin embargo, no descarté nunca encontrarte en alguna parte, siempre supe que estarías en alguna calle, en el teatro, en alguna casa cercana, que quizás hablarías con un amigo común, que preguntarías por mí, por eso no deje que me venciera la ausencia, la soledad, me dispuse a vivir y te puse otros nombres, te acosté en mi cama y me acosté contigo sin ti, y te amé, te mentí, rabie y gemí tu ausencia! Cómo decirte “te amo” si tras siete años, mi boca acostumbrada al verbo no te encontró más para desahogarse?
Ahora qué? Debo recoger los pedazos de espejo roto que están bajo el lavado? Apagar la luz de el corredor que deje encendida para ti? Volver a creer y a sentir para darte la bienvenida? Debo colgar la llamada pendiente que nunca te hice? Pensé tanto en que decirte en este instante que no puedo articular una sola palabra; de pronto solo viniste a redimirte o a despedirnos, quieres que corra hacia ti? Que te abrace? Que me entregue? Que haga de cuenta y caso maldita sea que tu ausencia no ha estado presente cada segundo desde ese día en que te fuiste!!!?
No te sonrías así, no me mires así, con esa cara estúpida! crees que soy la misma persona y que funcionará igual!?, ya no, me alegra que vinieras por que ahora podremos cerrar aquello que quedo pendiente hace tanto tiempo, por que ahora podremos decir adiós, cerrar este paréntesis y llorar y sentir este duelo, creer que ahora si estará todo bien, en su lugar, tu con los muertos y yo… igual pero sobreviviendo, saliste de mi vida, cerré la puerta pero abrí, y hoy estás frente a mi fumando esperando que hable mientras yo solo pienso “por que volviste?”
Termina de suspirar, yo concluiré el libro que ese día guarde en mi mesa de noche, recogeré el espejo, apagaré la luz, acabaré de decirte lo que ese día callé, pondremos punto final y despedida, tú te encontrarás de pronto con mis siete años de mala suerte, romperás tu espejo y llorarás los llantos que yo he aguantado desde entonces, terminarás de suspirar y yo sin decirtelo prometeré con mi ausencia, que alguna vez nos encontraremos, quizás en nuestro próximo silencio.