domingo, septiembre 16, 2012

Volver a empezar


Hoy vuelvo a empezar y a navegar de nuevo por las aguas.
Salir del silencio, renacer de la muerte.

Es como volverse a encontrar con el espejo, verse a los ojos y ser sincero, decirse a sí mismo:
-Qué viejo estás! aunque veo que más delgado y con la mirada más triste y más profunda.

Es volver a sentir miedo, a sentirse niño.

Lo demás sigue siendo silencio.

viernes, agosto 10, 2012

Levedad.

Levedad…
Soy escritor de la noche, por eso me gusta la hora de los fantasmas, rodearme de invisibles, tomar dictado. Ya son varias noches las que no me hablan, en las que no se presentan, a pesar de la atmósfera correcta, la oscuridad, el silencio, la soledad, pues cada vez que una presencia me susurra al oído, recuerdo tu rostro.
Hay gusanos en la ensalada, y raíces y enredaderas creciendo en las paredes, la oscuridad ha tomado todo, y los leves rayos que entran por las ventanas tapeadas desde adentro tan solo sirven para incrementar y hacer mas notable la noche.
Despierto con el ruido de los que golpean mi puerta, entran las damas prostitutas sin rostro, muestran sus pechos enormes, ensucian de hollín el largo ruedo de sus vestidos blancos, y se quedan en silencio recitando sus cantos de sirena y llanto.
Soy solo uno mas que se desterró, de los que trabajaban por la luz y cruzó la línea por ese albedrio incongruente de ojos vacíos y amor humano, y desobedecí señales, gritos y maestros, me entregue en mis fuerzas por lo que creí justo, por que los misteriosos caminos de Dios se me volvieron borrosos, y en el espejo hoy solo veo un demonio, que se niega a ser súbdito, a ser legión.
Poseído, temeroso veo cucarachas como ratas asirse de mis piernas, mientras me miran desgraciadas con enormes ojos ciegos; doy un paso para atrás, un paso en falso, y la oscuridad se mete en mis ojos, baja como humo en reversa, me cubre, me reza.
Maldita sea la gente y el mundo, los niños bellos que me abandonan, la inocencia que ya no profeso por fé y convicción; ni siquiera puedo ser ateo por que esta rabia va contra él; si no como odiarlo!? Si no de que vale estos silencios y mis asesinatos si Dios no existe?
La noche me cae encima, y las damas prostitutas lloran y se tocan, se cogen, empieza la orgía y la habitación se va llenando de demonios que vienen a ver caídas mis fuerzas; todos los ejércitos de luz me han abandonado, todo; y cualquier Dios me ha repudiado, y solo me quedan estas letras a la hora de los muertos.
Lo hice por sexo, por amor, por lo que sea, y maté al que cumplía un equilibrio y no debí desterrar; la niña en mis brazos siniestros se fue desmoronando mientras era torturada, y reía, y aunque me dijeron que no entrara, que no me metiera estalle en sombra que se esparce como incienso quemado, y partí su alma, y la de sus legiones, aunque no debía, y me dejaron solo, a esta suerte.
La muerte se llevo a mi familia, pero se negó a verme siquiera a la cara, a tocarme, a aliviarme; yo seduje a la perra, pero la sangre que goteó de mis muñecas tan solo me otorgo mi apariencia de fantasma, un fregadero tapado de coágulos y carne, pero no de el alivio que buscaba; y hoy me llegan a llevar uno por uno y sus miserias, la casa repleta de muertos, demonios y fantasmas, y ahora la niña tan solo se corta, se corta sola por el gusto de verse sangrar, loca, distraída perdida; atormentada, por que ya no es su padre; el demonio que no debí destruir; quien la atormenta; si no mi estancia, mi presencia. Yo me agito y la busco, la calmo, me masturbo sobre ella tirada en el suelo ausente, con su mano y su cuchillo en unión profunda, hasta los tendones, hasta que los dedos ya no responden y lo suelta; me arrepiento, me despabilo, pregunto por vez primera su nombre, en busca de un pequeño vestigio de nuestra humanidad; de la mía perdida en este tormento; y por un momento fija los ojos perdidos y abiertos como platos; vuelve un instante de la locura y solo atina a decirme que no tiene nombre “nunca nadie pensó que viviría lo suficiente como para necesitar ponerme uno” y entonces desolado y enterado de que no habrá respuestas ni luz más; doy otro paso en falso y me alejo, mientras ella vuelve a la locura y con las manos y los dedos atrofiados trata de volver al cuchillo y termina jugando con su sangre encharcada en el suelo; y yo gimo como cerdo mientras me sujetan; y por eso esperé la hora de los muertos, por que ahora trato de sublimarme y encimar la noche estallando en humo espeso y casi líquido de desintegración; para matarlos, para matarme, redimirme? Quizás, aunque ya no importe, me miro de nuevo en el espejo y veo al demonio, aunque en mis ojos reconozco al hombre, ya no puedo detenerlos, y me saben indefenso, levanto la cara para vomitar el alma, con la esperanza de escapar de él, tal vez de despertar; pero entonces aparece, justo al final de la hora de los muertos; 2.59am, y todos de rodillas me hacen saber, que su sola presencia, es punto final para este texto.

lunes, julio 23, 2012

Claro de luna


La plata se confundio con las lágrimas de sus ojos ciegos, reflejo la luna en ellos, y una mueca de tristeza tomo su cara... sintió el peso de la noche en su alma cuando se dio cuenta que la música habia terminado, ya no veia mas la luna... y Ludwing Van ya no tocaba su sonata.

-toca por Dios toca!- grito
-hazlo de una vez!-mascullo

más su imagen permanecio en silencio en el piano mientras lloraba...

-yo no te prometi la luna... no puedo dartela... yo la veo mas no la escucho...-

-yo la escucho en tu melodía-leyó él en sus labios

-hagamos un trato entonces... -concurrió ella

-dejame oirla una vez mas... y yo te enseñare a sentirla...

él lloro en su silencio, ella en su oscuridad... y al igual que yo esta noche, nos quedamos solos en la compañia... extrañamos a la luna lunática, y nos volvimos sereno en la mañana.

martes, julio 10, 2012

Blog moribundo.

Muy a pesar de esto, volveré, agonizo, me reinvento, tomo aire, me lamo las heridas, pero volveré, por que los que me dan por muerto me alimentan las ganas de volver del silencio...

Gracias a los que siguen aquí. Este blog cumplirá 5 años, de ser de ustedes, de todos, sin pretenciones, posturas fáciles y falsas, ni mercadotecnía.

Nos encontramos en las letras, seguirémos en las letras.

Deshora.

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En verdad hay gente muy dispar que se encuentra en la vida por simple accidente cósmico, como tu y yo. Gracias por el Big Bang! 



miércoles, junio 13, 2012

Cuando todos se fueron...

Parte de la magia de la casa y el barrio era precisamente, el que la misma estuviera justo al final de la larga calle, donde el mundo parecía terminar. Y es que el Barrio de una sola calle rumbo a la nada era precisamente dos hileras de casas, hermosas y viejas, de esas donde viven los abuelos, donde el olor a café adherido a las paredes y los techos, son un habitante mas.

La casa de Raúl estaba de última, unos metros retirada de las últimas dos de cada lado de la calle, con el frente dando directamente a esta, por lo que desde el corredor de la entrada era fácil tener control de todos los demás vecinos, de lo que ocurría en cada casa, de quién entraba y quién salía.

Así, aquella tarde oscura y lluviosa, Raúl fumaba un cigarro cuando vio irse a la primera vecina, era la señora Morales, una viejecilla religiosa pero simpática, muy metida en sus rezos y en las cosas de todos los vecinos, siempre con buenas intenciones, pero además, opinando mas de la cuenta, cosa que todos perdonaban por su edad. Recuerda aún que todo el barrio salió a la calle cuando se la llevaban, la gente murmuraba, algunos hasta lo sintieron como una perdida, Raúl lo vio desde lo lejos, como una postal de la tristeza.

Así el barrio fue quedándose a oscuras, las casas se fueron vaciando en orden y cada una fue el mismo ritual, con la gente en la calle en despedida silenciosa, hasta que de pronto era obvio que se trataba de un patrón, y que poco a poco ese seria el destino de cada casa, en cuestión de días, horas, semanas. Al principio era común que los vecinos se reunieran para hablar de el tema, buscando alguna forma de revertirlo, para Raúl era poco indiferente el asunto, su casa al final de la calle le daba cierta confianza de que hasta para la muerte esa sería la última parada, pero sin darse cuenta de pronto, ya todos se habían ido, y ya los últimos antes de que llegarán por ellos, no salían a despedir a los otros, si no mas bien, se escondían, tratando de evitarlos.

Entonces Raúl los vio un día desde el corredor, eran hombres de negro, en una carroza, parecían no tener cara desde lo lejos, aunque el frío en el espinazo de Raúl provino de la mirada de alguno de ellos, sin ojos en el rostro que le miraba mientras se llevaban a los Rojas, justo tres casas antes de la suya, por la hilera izquierda. Desde entonces ya nadie encendía las luces, tratando de despistarlos, y sin embargo nunca les fue difícil llegar justo a las casas habitadas de quienes seguían en la lista.

El barrio quedo vacío, a oscuras, Raúl seguía fumando en el corredor, el olor a café de las casas se volvió moho, y por las noches el barrio se lleno de sombras que parecían anunciarle que pronto vendrían por él.

Esa mañana ya su familia se había ido, y Raúl se sentó en el corredor a esperar, seguro de que cuando viera venir a la carroza esta vez vendría por él. Justo se enjuago un recuerdo en la cara, cuando los bichos que tenía sobre todo el cuerpo le hicieron entender que era el momento, vio aparecer la carroza al final de la calle, ni siquiera se puso de pie.

martes, junio 05, 2012

Solo es silencio

No tengas miedo, no es nada.

Las sombras? Son solo eso... no son gente, no es nadie, no vienen por tí, entiende que ya te han olvidado, que empiezas a ser pasado, que serás una brisa de verano tomado de la mano de alguien que te extraña.

La soledad? No, estoy a tu lado, no voy a dejarte, tómame la mano, recuerda que la soledad es fiel, que no te cambia por nadie, que no engaña, no traiciona, y que sigo aquí a tu lado para no dejarte solo, te juré que vendría por ti &; aquí estoy.

 La oscuridad? Es solo un pensamiento, no lo tomes así, mira más allá de los ojos, despréndete del cuerpo que ya no es tuyo, que dejas atrás, deja ir las manos de tus hijos acariciándote, los besos de tu madre, el cuerpo de la amada, la sensación de lluvia en la cara, cuando no importa mojarse  una tarde allá en la montaña lejana que dejaste y a la que nunca volviste pese a que nunca olvidaste su olor a tierra mojada.

El tiempo? Puedes tocarlo? Hueles los colores? Saboreas las texturas? Juega con la luz, baila en el espacio vacío, déjate llevar, tómame de la mano; El barullo? No te preocupes, es solo el silencio que viene, relájate, prepárate, tómame de la mano, levántate del cuerpo, este viaje será inolvidable!

lunes, mayo 28, 2012

Efímero


Laura se acaricia el vientre, le habla, lee mira; Federico la descubre y se abruma, ella trata de esconderlo, pero su mirada la delata, es el susto, y una impropia inocencia brillosa de quien ya no lo es.
Se le acerca y la abraza, llora, pone su mano sobre el vientre también, y con la pesadez de quién tiene una gran carga le pregunta: "por que?!"; ella musita cualquier palabra, "es tan lindo estar así" y llora; sabiendo que pasara mientras él asiente con la cabeza y el vientre se estremece.
Siempre que ella había quedado en cinta había perdido a la criatura cercana a la semana 20, un pedazo de humano formándose, que late y se aferra a una vida por demás perniciosa en su contra, y se escapa, se escapa indefenso y engendro fuera de un vientre que es incapaz de sostenerlo; mientras Laura, mientras ella se niega a no sentirse mujer aunque sea unas semanas, Federico se frustra y entiende, pero no entiende por que asesinar a tanto inocente... "amor, otra vez dejaste de tomar las pastillas, y la opción de adoptar?" Ella se calla avergonzada un momento, "no es lo mismo sentir esto, déjame ser mujer unos días, aunque después tenga que ver a mi bebé escurrírseme entre las piernas en ríos de sangre! déjame! a fin de cuenta un día de estos me muero y tu ya serás padre con otra! yo solo sirvo para soñar con este pobre embarazo hermoso y maldito!
Ella llora y Federico de un salto se levanta, lo escucha por la casa agitado hasta quedarse dormida.
Despierta, su vientre le arde y la cama llena de sangre le hace saber que ha ocurrido finalmente, otra vez abortada su femineidad, otra vez abortada su efímera alegría.
Olvidó con tristeza, guardó con rabia la última caja, era un maldito sin duda! Olvidarla de esa manera! Dejarla sola cuando más lo necesitaba!
Miró el espacio vacío que las cajas llenas de biberones, pañales y ropa de bebé que no llenaban el espacio donde el hombre que amaba guardaba antes sus cosas, pero la soledad de su vientre lo hizo inventar la distancia, abrazo su tristeza estéril mientras lo maldecía, cayo sentada en el piso frente al closet: mientras lloraba desesperadamente su soledad. Su vientre se volvió a estremecer, era la hemorragía; se desvanecia, su mente empezó a volar.

lunes, mayo 21, 2012

Amantes en una trinchera


Cuando la guerra volvió dolor y ruinas la casa, mi primer impulso fue correr a buscarlo, tu, siempre mas ecuánime no me lo permitiste, y la angustia me nublo a partir de allí la mirada. Cuando ya no pude esperar mas, y salí por entre las calles destruidas e incendiadas de el barrio, en medio de la polvareda blanca de el concreto derrumbado y ese sordo sonido blanco de mis tímpanos destrozados por las explosiones, el vecino apareció con él; "lo siento! no pude salvarlo ni a él ni a mis niños, pero al menos te traigo su cuerpo", me dijo llorando sin que yo le entendiera tras varios días, mientras que por varias noches repase el movimiento de sus labios. Me entregó a mi hijo muerto, tu corriendo llegabas en ese momento, se derrumbo a llorar sus muertos, y lo dejamos ahí en medio, solo, sin darle un gracias, sin darle un "hasta luego"


Te entregué a mi hijo muerto, y la sangre y el dolor en su rostro se hicieron polvo en tus manos, se le seco la piel, se le seco la niñez, y una telaraña me quito para siempre el brillo de sus ojos; se me estremeció el vientre y hasta entonces reaccionas, me abrazaste por la espalda y lloraste, gritaste, desesperado me juraste cuidarme con tu vida, que ya veríamos la forma de salir de allí, y me besaste el vientre, le explicaste a nuestro bebé lo que ocurría, y juraste protegerlo.


Te vi llorar y sudar cada bocado de sangre que me servías, te vi arrancarte la piel para alimentarnos, me serviste lo que encontraste, una rata, una araña, tu piel, tu semen; pero no tocaste ningún muerto, lo sé por que mientras dormías vi que te faltaban dos dedos de la mano, y lloré por que esas eran mis manos, las manos que me hicieron enamorarme de ti.


Que sentido tiene sobrevivir a esta muerte? mi hombre mutilado, en su espíritu; no deja de llorar a mi hijo muerto hecho polvo, y esta criatura que me crece en el vientre... que le espera? que sentido tiene sobrevivir a este dolor, a esta miseria? vivir cada día y amanecer mañana? solo otorgan otro día para seguir sufriendo, para seguir maldiciendo tus labios cuarteados que no me besan, tus ojos llorosos que no me miran, tu cuerpo maltrecho que no me ama, y a mi niño muerto y amortajado en una bandera de una maldita patria que fue madrastra, y pederasta, que sentido tiene? si este vientre dejo de latir desde el momento en que nuestro pequeño se hizo polvo en tus manos?


Finalmente despiertas; mi cuerpo tiembla y mi entrepierna arde, arde un dolor apenas perceptible por los invisibles y demonios en mi cabeza, te entrego mi útero muerto, tu con pánico lo tomas y bajas la cabeza, el mismo que ya no late se hace polvo en tus manos, se seca la sangre que gotea en la tierra de nuestra trinchera; entre la sala y la cocina que eran está; una telaraña se lleva para siempre el brillo de tus ojos, ya no me miras, solo levantas la mirada y ruegas a Dios, o mas bien le reclamas! te oigo murmurar "por qué Dios!? Por qué?" y Dios en traje caqui y con casco, parado sobre los restos de la terraza te dispara justo en la frente, y te veo caer abrazando mi útero, alcanzando a nuestro hijo.
Dios baja con algunos de sus ángeles, y al ver la bandera que sirve de mortaja a mi vientre vacío me apunta con el rifle, yo levanto una oración, Dios me golpea con la cacha de el arma y él y sus ángeles me violan repetidamente durante la noche, cada vez quema mas la entrepierna, y alguno que resulto ser el ángel de mi guarda me limpia con licor tan solo para seguir violándome. Te veo al lado muerto hacerte polvo, y de nuevo entonces aparece mi ángel confortador con su rifle, me envía un beso que sumba en el viento, entonces dejo de orar, se viene el silencio, se viene la oscuridad.

lunes, mayo 14, 2012

La invención de la distancia


Estoy en el mismo café, la misma mesa, te espero. Llueve, la gente corre en busca de el abrigo frío de el concreto. Te estarás mojando? Miro el reloj, también la muchacha que me sonríe tras el mostrador hipócritamente, mientras manda al empleado a avisarme, que es hora de cerrar, yo aún te espero. Dejo el dinero sobre la mesa y tomo las rosas que te aguardaban, se las doy a la muchacha que las acepta por cortesía. Me abrigo en la puerta, vuelvo a buscarte en medio de los que corren. El empleado trata de darme el paraguas que deje en el asiento –no gracias, prefiero mojarme- meto mis manos en la gabardina y camino despacio, yo sé que tu moras en el viento, lo sé por que huele a ti. Tropiezo, caigo en la acera, la gente aunque se da cuenta no se detiene, me siento en el caño a quejarme no de la caída si no de tu ausencia, de pronto te siento a mi espalda, me dices despacio –mírate a ti, que viniste a inventar la distancia!- no te vuelvo a ver, tal vez por vergüenza o por miedo a tu cercanía, dejo que te alejes mientras le vuelas a una señora la sombrilla y despeinas a la oficinista que ya no le importa porque esta empapada; ni siquiera vuelvo a verte, te alejas silbando y esparciendo lluvia, la gente te confunde, mas yo sé que eres la misma que abrió una noche la ventana y se lanzó a la distancia, mientras yo dormía.

miércoles, marzo 07, 2012

Deshora


Tus lágrimas azules se quedan en mi ventana, mi gato las lame tratando de que no nos queden para siempre, por que esta es la misma ventana en la que suelo sacar a volar brevemente mi mirada en la noche, mirada que jurás amaste desde que me conociste.

Los días sin tí  son días de calles desiertas y la soledad acompañada, tal vez todos nos miraban desde las cortinas entre cerradas,tu y yo  estabamos enamorados, pero no nos dimos cuenta hasta que nos perdimos para siempre.

Entonces aprendimos a vivir sin nosotros, tan simple tan inaudito.. Desde entonces no nos olvidamos, tú me dedicas canciones y yo poemas, aunque ni tu eres cantante ni yo poeta, no somos más que simples remedos del plagio y la farsa que en verdad somos y siempre lo supimos, pretendiendo que no era así para no lastimarnos, por que debíamos aferrarnos a algo, y creernos, a fin de cuentas olvidamos que parte era verdad, y que otra era mentira.

Cómo se supone que volveremos a la vida de antes después de este naufragio?
Date cuenta que el mundo fuera de esta habitación llena de nosotros es hostil y distinto a la ligereza de nuestras caricias, a nuestros cuerpos sudorosos de sal y arena.
San José es una ciudad, en la que todos parecen correr como si algo malo hubiese pasado y huyeran presurosos de ahí. No puedo negar que reniego cuando tengo que acudir a ella, especialmente si es de noche y llueve y tú, ya no estas conmigo y corres por ahí por que es cierto lo que dicen de la gente que corre presurosa por San José.

Te amé tanto que llegue a creerlo, y a sentirlo, yo que hasta entonces había sido nada, y hoy que vuelvo a serlo, no extrañaré tanto lo que fui contigo, como lo que fuiste tu.

Nos amamos y fue infinito, pero se acabo, por que los infinitos tienen fines y son nada cuando el odio tan fácil se vuelve desinterés y perdón, por que ya no importa; porque fue demasiado el “para siempre”.

Me harté, me cansé de esperar que fueras lo que se suponía tenías que ser, me cansé de esperar a que valoraras lo que soy, a que estuvieras de mi lado, a que mi mano a mano valiera algo para tú.

No fue la discusión de ayer, entiendes? no fue lo último que paso, ni lo horrendamente pragmático que fue la última vez que hicimos el amor, es el cúmulo del esfuerzo vacío, de las fuerzas cansadas, de las malas caras  y la verdad no puedo amar a nadie sin amarme primero a mí, y no es que no pudiera amarte más, o que mi amor fuera efímero, como te dije, mi amor es eterno, infinito, pero me canse de amarte y se me acabaron las ganas, por el desgano, por la mala actitud, por los besos negados vueltos regaño, por los abrazos canjeados por malas actitudes, por el sexo de despedida que hace años nos venimos dando.

No es debilidad aceptar que estamos equivocados, que no podemos solos con la vida, que también nos equivocamos, es de cobardes en cambio ser tan obstinados, creer que nunca nos equivocamos, excepto, cuando otro nos obligan a hacerlo, pensando además que somos mejores que el otro.

Pero gracias, porque contigo entendí el significado de esa palabra, por que me enseñaste que mi risa era más que una mueca malévola en mi cara, que el sexo con amor es algo extraño pero maravilloso, que el infinito existe a pesar de que no es como lo pintan, y que tal vez hubiese sido mejor quererte un poco infinito, que amarte tanto ahora hasta que duele, el silencio del verbo "te amo".

No me queda más que el adiós, y agradecerte los recuerdos, las marcas en la piel, la tinta china en el corazón, tu olor a sangre, tu sabor a arena en mi lengua; decirte que te deje de amar, como ningún otro lo hará nunca, y que eso al menos como recuerdo, ha de valer algo,;ojala valores eso; al menos tal vez un día nos haga sonreír, piénsalo; como un mal chiste de náufragos que alguna vez te conté.

Deshora.

domingo, marzo 04, 2012

Soñe el fin del mundo.


Soñé el fin del mundo y tú y los niños estaban conmigo. No nos tomó por sorpresa, todos lo sabíamos, lo esperábamos, nos vestimos de blanco e hicimos refugios en blanco para cuando cayó la noche, y vino y fue eterna, guardamos alimentos para un largo invierno, y nos quedamos sin internet y sin TV, acumulamos libros, e incertidumbre, pero en calma.

Recuerdas cuando no nos encontrábamos? cuando existía el uno sin el otro, con otra gente? Y otro besaba tus besos, y otra ocupaba el lugar tuyo en mi cama,  no existíamos más que nosotros sin el otro, y ahora que dejaremos de existir al menos lo haremos juntos, ya no existiremos, pero seremos tu yo y los niños, ya no seremos uno sin el otro, y sin ellos, como cuando no existíamos.

Pero no llores, y no disimules, ven y bésame por que esto no termina hasta que termina, el viento trae un murmullo de espanto, y solo lo podremos callar cuando duerman los niños y hagamos el amor.

El cerro se incendia, lo ves? no hay quien apague el fuego, no hay quién dé la noticia, ni redes para comentarlo, solo testigos y victimas, por que el fuego ya viene, y el cielo se oscureció en rojo hace días.

Hay gigantes corriendo en las aguas, en la tierra, ellos caminan en otro tiempo, a velocidades lentas, recuerdas cuando hablábamos sobre la relatividad del tiempo de una hormiga recorriendo la sala? para ellas solo éramos gigantes inmóviles, las veíamos transcurrir el espacio de la sala en segundos que para ellas eran horas, y hoy, las hormigas somos nosotros, viendo gigantes inmóviles caer del cielo, salir del agua, destruyendo el mundo, que para ellos, será pequeño, será un segundo.

Soñé el fin del mundo un miércoles de ceniza, y a pesar de todo, dedicamos el último día en tratar de sobrevivir inútilmente, y estabas tú y los niños, mejor habría sido morir, o salvarnos, pero de manera distinta, no en estas cunas blancas en el desierto que solo esperan por que la muerte nos alcance.

No acudimos a Dios, porque Dios estaba allí, tan destructor, tan omnipotente como un niño jugando a quemar un hormiguero, o a inundarlo, y se quemo el cielo, y las aguas hicieron playa el desierto.

Para los niños solo era otro día, lejos de casa, un día raro, sin TV y sin internet, ajenos duermen sin saber que pasa, tu duermes cansada, y yo absorto me desvelo de lo que bien podría ser nuestro último sueño.

Y despierto del sueño del fin del mundo, y estás dormida a mi lado, y los niños en su cama, me despertaron las sirenas y el barullo, te cobijo, te beso, hago lo mismo con los niños, de pronto me doy cuenta de que estoy llorando, y salgo a la azotea a ver el cielo, esperando soñar despierto la pesadilla, y veo gigantes y luces en el cielo, pero esta vez no huiremos, correremos a volar papalotes en la mañana, haré carne asada e iremos a las piscinas, al atardecer ya veremos, cuando vuelvan los sueños del fin del mundo, pero esta vez estemos despiertos.

viernes, febrero 17, 2012

Infinito II


Tuve un infinito que perdí en tus ojos, tengo un silencio que me hiela la sangre, lleno del vacío de tu risa, solitario de tus manos descubriendo el mundo junto a las mías, con solo un punto de vista, el de tu ausencia; y me doy cuenta, y me lleva el diablo! y maldigo y reniego, y sigues sentada igual allí, en mi añoranza de ti, sin decir nada, sin siquiera volverme a ver, mientras yo me recuesto en el hombro de tu ausencia a ver el mar al que nunca llegamos y no le pierdo detalle a la nada.
Me lleno el pecho de la brisa del mar, juego con la arena entre los dedos de mis pies, quiero ver el horizonte infinito donde el mar se vuelve océano y lejanía, pero no puedo, me seco los ojos sin lograrlo, me muerdo los labios sin sollozos, me estremezco de frío, desvarió no entiendo, nadie podría! porque de pronto alguien puede volverse todo en la vida y dejar de existir, desaparecer? Tu correo sigue ahí, sin leer, tu número ahí, sin contestar; tu ropa sin nadie dentro, mi cariño sin querer a nadie, y no vas a contestarme si te llamo, o a responderte si te escribo, o a quererme si bailo con tu vestido olvidado en tu cuarto. Recuerdas nuestro cariño que era infinito? Era cariño nada más, pero tú lo sabes bien, era infinito y ahora es vacío, ahora que  no existes, ahora que desapareciste en la oscuridad donde ya los ojos, los dedos, los labios y la mente no distinguen nada.

Levanto el pie,  ahí esta, amasada deforme del golpe, retorciéndose dando vueltas en círculos, un fluido ha quedado en el suelo, ya no tiene alas, no tiene algunas patas, y sin embargo se sigue moviendo, desesperada trata de correr, de vivir y entonces lo entiendo, tú no eres una cucaracha, no vas a sobrevivir, el destrozado soy yo; sin ti ya no tengo forma, yo soy la cucaracha aplastada bajo el pie descalzo de la muerte, resuelta a seguir viviendo, lo que se mal llama vida, deforme y sin esperanzas, sin ti.

sábado, febrero 11, 2012

Infinito

Recuerdas cuando nos quisimos infinito? No nos amamos, solo nos quisimos, pero fue infinito.
Recuerdas cuando la muerte era una expectativa ajena y lejana? Lejana tanto como lo inalcanzable, éramos jóvenes, eternos, y creíamos que la muerte era un columpio mecido por el viento, y la figura joven de alguno de nosotros, y más allá de lo que pensábamos, se hizo tan cercana, y eligió mal, te eligió a ti, y me dejó a mi aquí sin mi hermana, sin mi compañera de vida.
Cuando naciste, yo aún buscaba  a que aferrarme, cuando moriste, me dejaste igual, y hoy no pude más que recordarte, amiga, hermana, mujer, aunque hoy seas nada y tanto, que mis ojos empiezan a llover en esta calurosa madrugada de verano.
Más allá de la literatura, estas letras son simples momentos lejanos, presentes y cercanos como tu recuerdo, pero abstractos como tu recuerdo.
Nunca confié en las cucarachas que se hacen las muertas, las he visto levantarse desgarradas, mutiladas y deformes, sobrevivir al ataque furioso de mi asco. Pero tú no eras una cucaracha, tú te moriste y te enterramos, te olvidamos recordándote y pretendiendo seguir nuestras vidas. Wish you where here en mis oídos, y una computadora con el teclado abierto para escribirte, mis ojos para llorarte, mi corazón triste para seguir tratando de olvidarte y la nada, el estrés en mi espalda, una mala película en HBO y esta nostalgia que me invita a dormir, con una cerveza que no acabo en la mesa junto a la sesión que duerme en la mesa cuando después de esta línea solo cierre el computador, odiando a las cucarachas que se hacen las muertas y tú que no vuelves desgarrada, deforme, de entre los muertos infinitos de la vida que no acaba. Por eso odio tanto a las cucarachas, y  a la muerte que sigue sin escogerme.

domingo, enero 29, 2012

Somnolencia del alma

Abrazame, aunque ya no hable, aunque ya no te besé más. 
No pude tener una muerte más hermosa, en nuestra cama, en tus brazos, muerto de viejo tras tantos años juntos. 
Lo siento además, por el dolor que puede ocasionarte estar abrazada a mi cuerpo muerto en nuestra cama, tu sabes bien lo último que te dije; recuerdas? cuando éramos jóvenes y nos quedabamos días enteros haciendo el amor y durmiendo así como ahora? perdón, de verdad creí que me iría primero, pero la muerte se acosto en mi lugar en la cama, y desperté solo para verte, acariciarte el cabello y decirte te amo por última vez, luego no pude controlar mi cuerpo, y la vida se me escapó, como cuando se nos escapa la conciencia al dormirnos muy cansados, y fue la muerte la que recibió el sueño de mi alma, mientras te agitabas y decías mi nombre, como cuando hacíamos el amor (disculpa la sonrisa).
Te doy como te dí mi vida el privilegio de sostener mi muerte, con mi cabeza sobre tu pecho, a fin de cuentas valió la pena vivir por morir en tu abrazo, ahora te esperaré un instante sin tiempo.

domingo, enero 08, 2012

Tengo un insecto viviendo en mi cerebro


Tengo un insecto viviendo en mi cerebro que me dice que hacer y sentir todo el tiempo, fumo creyendo que estos le temen al humo y que me dejará pensar libremente, pero no es cierto, induce mis recuerdos (falsos) y mis sentimientos (más aún) y yo no quiero esto, me gusta la realidad placentera que me otorga, la vida feliz que me ha regalado aunque sea solo una ilusión.
Cuatro paredes mutantes, que son prisión e infinito, y son lo que son, una mujer buena que me ama y dos hijos, que probablemente no existen y son solo una inducción del insecto que vive en mi cerebro para mantenerme tranquilo y quieto mientras pone sus huevecillos en mi cabeza; que alimentará a sus críos cuando dejen la pupa de los huevos que llevo conmigo.
Entonces mi mujer me ama, tengo un buen trabajo y hermosos niños que corren por la casa, ella peina a sus muñecas, y él arma conmigo trenes que surcan una isla lejana.
Envuelto por la baba de insecto estoy postrado en mi cama (seguramente) esperando el nacimiento de los hijos del insecto que tengo en mi cerebro y que se lo comerán; entonces todo parecerá solo un sueño, y caeré profundamente en él mientras pierdo mis capacidades mentales, cognoscitivas y sensoriales, y vendrán a mí el silencio, la oscuridad y la soledad mientras siento que miles de insectos me comen por dentro y me tomarán como alimento, y un día me levantaré con el sol de la mañana de verano en la cara molestando, tocándome la cabeza, listo para ser el siniestro títere de el insecto que vive en mi cabeza y sus recién nacidos.