miércoles, febrero 22, 2017

Sin titulo


Porqué sonreír mientras se ve a alguien morir ahogado en un estanque de medusas? Porque sonríe también. 
Realmente es poco importante saber como llego allí, es algo totalmente surrealista, tiene los ojos abiertos y sonríe de forma insistente, con la mirada fija al frente, viendo directo a los ojos de quien le mira.
El hecho de que el estanque este en medio de un concurrido mall hace de la escena algo aún más inverosímil, la gente corre de un lado para otro, gritan, sacan fotos, llaman, buscan a los guardias de seguridad y obstruyen la ayuda, el paso, la visibilidad, la lógica y la calma.
En su cara se reflejan pequeños y rápidos espasmos de cada vez que el aguijón de alguna medusa se le clava en la piel y se le van enredando en el cuello, la espalda y los brazos. Su color empieza a cambiar a la vez que los guardias llegan y buscan una escalera, algunos histéricos proponen quebrar el estanque, pero los guardias no parecen estar de acuerdo ni seguros, pero sigue sonriendo y mirando fijamente, mientras que quien observa imita su postura y su  impavidez, es como si fuera una estampa congelada  en el tiempo, en medio del caos, de gritos, carreras y señoras tapándole los ojos a los niños y llevándoselos de ahí.
La falta de aire y el veneno de los pequeños fantasmas de mar; atrapados entre paredes transparentes a kilómetros de su verdadero hogar; empiezan a hacerle efecto como agujas en todos los músculos de su cuerpo, refleja el intenso dolor en su rostro, pero no deja de sonreír, el corre corre de la gente se le hace gracioso, y no piensa en nada, solamente sonríe y mira fijamente los ojos de quién le mira, que tampoco pierde detalle, entonces la falta de oxigeno o el veneno le hacen cerrar los ojos, perder la mirada, se desvanece por segundos y tiene espasmos violentos que le vuelven en sí repetidamente a lo largo de segundos eternos, un guardia viene corriendo con la escalera en la mano, los otros le esperan, cuando abre los ojos trata de buscar a quien le mira y le encuentra, se da cuenta de que ya no sonríe, que esta de lado, que corren los guardias quitando a todo el que este a su paso en el pasillo, la gente grita, llora, se aterroriza; sabe que no le sacaran a tiempo, que ya no podrá sostener ni la sonrisa ni la mirada, y que hubieran quitado del pasillo apresurada mente a quién le miraba morir, si no hubiese sido solo su reflejo disfrutando su propia muerte, al ver su vida escapar de sus ojos, y su sonrisa, convirtiéndose en medusa.

miércoles, febrero 15, 2017

Ofrendas para Sábato.


Extenuado por el dolor causado por la última aguja clavada en su espalda, y desmayado de llorar por un par de horas, le despertó el aire fresco que se cola entre el piso de tierra y la puerta de latas de el rancho donde su madre; trabajadora doméstica; le deja cada día al cuidado de su abuela.
La vieja aprovecha el especial odio que siente y objetiviza contra el pequeño cada vez que le ofrenda tortura a su virgen; esta toda vestida de negro en su altar, con su cara de calavera, parece reír cada vez que la anciana sostiene al niño sobre sus piernas con una mano, evitando que este se le escape al retorcerse por el dolor infringido, mientras con la mano izquierda clava agujas en su cuerpo y recita extrañas oraciones que espera le deparen prosperidad.
Deja las agujas dentro del cuerpo del pequeño espera con ello contentar más a su sádica santa de los muertos y los demonios; quizás así llegue la riqueza, antes de que el pequeño cristo lleno de heridas y acostumbrado al terror de el dolor infringido perezca de ofrendas bajo la piel.
La abuela cuidadosa, cura tras cada rosario perverso por encima las heridas, sin marcarlas; luego deja al niño hecho polvo en el piso de tierra, le quita de encima las hormigas que llegan a lamerle las llagas y los puntos de las agujas en la piel, para que nadie le reclame.
Pablito despierta en el suelo, la brisa veraniega y la frescura invernal son una, no siente dolor en el cuerpo, nada le punza por dentro, respira hondo y profundo, abre la puerta y se va  jugando con el viento, detrás de un rayo de sol; deja atrás 50 ofrendas para Sábato y un cuerpo hecho polvo, la abuela que recién lo descubre se prepara para llorar a su nieto, piensa que decirle a las autoridades y a la madre: “seguramente lo mato la bruja de la vecina que lo odia”, que “yo pensé que estaba dormidito”.
Sonríe pensando que los vecinos vendrán con ayudas y atenciones, y consuelos en efectivo; se inca frente al altar para agradecer a su virgencita que sonríe con su risa de calavera, agradece y sonrié hasta quedarse dormida, entonces el viento entra riendo por debajo de la puerta, le mueve los risos al niño que parece sonreír, bota una vela del altar y lo incendia todo.

jueves, febrero 09, 2017

Padre nuestro.


Padre nuestro

Dónde estás? Por qué nos dejaste solos? No ves el desastre que hemos hecho?

Por que tienes tantos nombres? Cómo he de santificarlos todos?

Por qué nos excluiste de tu reino y nos dejaste acá?

Que no se haga más tu voluntad, si esta ha sido hasta el momento, porque ha sido terrible, una verdadera inmundicia.

Que no nos roben otros "bendecidos" nuestro pan de cada día, que por él hemos trabajado, y por mucho más que eso!

No te ofendas, no es nada personal, es que aveces eres demasiado ajeno, lejano, abstracto, invisible, y no me hagas perdonar a algunos malditos que no lo merecen.

No estoy tampoco seguro de lo que es la tentación, aveces parece que todo lo que me podría hacer feliz lo es, y debo conformarme con las migajas que algunos, incluyendo a tus seguidores me quieran dar.

Líbranos del mal, pero líbranos también de tu ira oh vengativo señor!, que con tus amenazas de fuego eterno nos coaccionas a seguirte ciegamente, incondicional y sin preguntas.

Amén.