Caemos del cielo lloviendo al nacer, así es como salen las almas del GUFF, volvemos a él todo poderoso evaporándonos una mañana, no importa si no ha llovido, las lágrimas derramadas llevan nuestros espíritus como mariposas azules, al evaporarse, & ya no quedan gotitas en la ventana, solo esperamos a que vuelva a llover & venga la condensación de la mañana, para volvernos a encontrar... por los que no llora nadie! Se quedan vagando espesos como rocío, suben & caen cada noche, cada mañana, cada siglo, & tampoco son gotitas en tu ventana...
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