Hoy vuelvo a empezar y a navegar de nuevo por las aguas.
Salir del silencio, renacer de la muerte.
Es como volverse a encontrar con el espejo, verse a los ojos y ser sincero, decirse a sí mismo:
-Qué viejo estás! aunque veo que más delgado y con la mirada más triste y más profunda.
Es volver a sentir miedo, a sentirse niño.
Lo demás sigue siendo silencio.