lunes, enero 26, 2009

Pasaje


Me inspiras, me subo, me bajo, busco, rebusco, encuentro palabras pero no las que quiero, donde las habré dejado? te plagio? no, este texto es mio, pero no lo escribí yo, tiembla? o es el frío?

A su espalda el planeta se consume oscuro, ya no hay azul, el agua arde, el fuego se eleva, la sombra que proyecta su cuerpo sobre el planeta Marte no viene de el sol, viene de la tierra.

Las últimas señales de radio escapan hacía el profundo universo, como tantas veces, buscando existir solo si alguien acá afuera las escucha; pero esta vez no son las voces de los ídolos, los programas de moda o los números de la lotería, son suplicas de auxilio, despedidas, réquiems, al fin Bethoben tocó para la luna que prometió, al fin cuando la luna se quema.

El pequeño príncipe solo, su b-612 demasiado cerca ha muerto, un último vuelo de palomas lo llevo lejos, donde no hay zorros, pero donde aún lo escencial; ahora mas que nunca; es invisible a los ojos.

Las almas escapando el planeta muerto, y no queda nadie, no hay nadie mas que conteste una pregunta o dibuje un cordero; toda la belleza ha muerto, el mal, la muerte, la soledad y el silencio se maximizan.

Pero el pequeño príncipe mira a otra parte, y se acompaña de la sombra que refleja la tierra que se quema; la soledad de Marte no es tan distinta al desierto de el Sahara; o a la indiferencia de los hombres; y entonces clama, clama con voz sollozante pero fuerte y la llama, te llama en mi nombre, y esa voz infantil emprende el pasaje, se aleja de los planetas, se aleja de nuestra muerte, va superando planetas y no hace escalas, no se detiene ni en Europa , ni mas allá, ni en otros asteroides; se encuentra al voyager mas allá de los planetas conocidos, emitiendo saludos que nadie escucha, que nadie escuchará, su voz se aleja en un agujero de gusano y trasciende la noche y la soledad estelar, se aleja entre galaxias y soles muertos, entre gigantes blancas y enanas, quasars y constelaciones que nadie nunca volverá a ver, y allá en el infinito su voz llega a otra parte, y te encuentra, en medio de un océano cósmico justo en la playa donde me esperas, y recibes mi grito de su voz en silencio y llorando; miras al cielo como mis ojos tristes buscándote desde hace siempre, a deshora; devuelves mis gritos y de nuevo el pasaje, tu grito evoca el camino de regreso y contempla las maravillas; al fondo ve al planeta en llamas muerto, tu voz llega a sus oídos que escuchan por mi, tu voz sollozante que ruega "alguna serpiente que te muerda el tobillo? te espero ansiosa" y el pequeño príncipe mirando a su alrededor la soledad que no le ayuda a trascender la muerte, y entonces, también llora.

lunes, enero 19, 2009

Instrucciones de un invisible.


Predíquese un estado de ánimo vacío y una cara inexpresiva. La casa vacía, la luz apenas necesaria para conciliar la vista con el papel. Para prepararse, ojalá escuchar música suave pero oscura, sacar de sí los recuerdos y los sentimientos optimistas, distraerse en lo sutil, en lo inadvertido, despréndase de todo lo innecesariamente evidente, haga lejanos los sonidos cotidianos, disuelva su mirada difuminada al fondo oscuro de la habitación hasta que solo reconozca siluetas in-absolutas de lo que usted sabe allí; este punto es primordial; por que es preciso reducirse en presencia a el único punto de el cuerpo, de manera tal que no pueda decirse que usted se encuentra en su habitación, o en alguna sala principal; si no saberse únicamente en usted mismo; de manera que la habitación se refleje paralela, ajena y distante pero a mano, como en un espejo; sobre su misma presencia.
Es preciso aderezar el tiempo que transcurre antes de la primera línea, con algún recuerdo maligno o aunque sea desesperado de la niñez, recuerde que los miedos infantiles son los que marcan los miedos de los adultos; aquellos que no tienen que ver con las formas impacientes de las preocupaciones normales de un adulto, como perder el empleo o quedarse sin pareja; mas no pierda de vista el conteo de los segundos, de los momentos, saboree cada tic de el reloj, exhale cada toc; convierta el tiempo en una presencia que le respira en la nuca, en una sombra oscura que se mantiene de pie detrás de usted. Volvamos a los miedos infantiles; recuerde quizás algún episodio, donde encerrado por un silencio desgarrador se sintió desamparado, donde las fuerzas le faltaron para escapar de su estado sitiado por espectros y visiones que solo su mente resuelta a la falta de razón podrían ver, reviva las sonrisas y los espectros que de niño, reflejados en una ventana o alguna habitación vacía le hicieron correr despavorido en busca de un adulto, en busca de la salida, sin razón alguna en apariencia.
Una vez dominado el ambiente, fíjese impávido en las cosas que se erigen a su lado, domine sus instintos de supervivencia alentados por la razón conseguida con los años, y descubra en cada sitio una puerta que nos lleva a los irreparables demonios de los miedos. Escriba el título que le susurran al oído, no se pregunte quién lo hace, las historias de los muertos son de quién las escribe, ellos siempre son anónimos. Mire sin recelo el invisible que se recuesta en la pared que hay tras de su silla, maneje con cuidado las preguntas y respuestas que va planteando en el papel, escriba despacio, a ritmo lento y vaya acelerando conforme su estado se vuelve inaceptable a sus actuales cánones para mantener la vida, pero no se levante aún de la silla, que apenas va comenzando.
De pronto notará que muchas de las sombras que le rodean comienzan a movilizarse, siga las instrucciones con cuidado, puede poner el volumen de la radio muy alto si esto le ayuda a mantener la cordura, continúe tomando el dictado de cada monje o cada halado que pase junto a usted, ellos en cada uno de sus movimientos tienen la sabiduría de el miedo, justo la materia prima para la expectativa que usted requiere transmitir a los que leerán este su último escrito; piénselo así; es mejor para un efecto realmente poderoso, ponerse en los pies de el protagonista, y sentir el frío y apestoso aliento de la noche que viene y cae sobre usted, con cada carrera desprevenida en el pasillo, con cada llanto que sale de las paredes, cada risa desencajada, cada vez que sienta que lo están observando.
Describa cuidadosamente a la mujer que de improviso le toma de los tobillos y se impulsa con estos hacía adelante, de manera que usted al volver a ver el suelo ve su cara pálida y sin ojos, que usted sabe que a pesar de ello lo observan, sienta las sombras que se acercan por su espalda intentando tomarlo, dé la referencia precipitada y terrible de el niño que sentado a su lado junto a su escrito le mira muerto sin pestañar siquiera, dele un toque mas predecible escribiendo, que la sangre que chorrea la nariz de este niño obeso y desaseado ha manchado la hoja donde escribe, no olvide mencionar con especial acierto el frío en el espinazo, el escalofrío en el cuerpo, el terror que lo secuestra al sentir un beso helado y un lenguetaso en el cuello, mientras se apresta a darse cuenta de que no esta solo realmente en la habitación.
Cierre los ojos para que vea las caras de distintos demonios que han venido por usted en su llamado, se sacuden violentamente de un lado a otro, acelerados, enfermos, grotescos! sobresáltese en su asiento cuando escuche terrible el grito en su oído, la mano en su costado, y observe la sombra-hueco que se levanta majestuosa y maligna frente usted, sin duda; y lo pensará, es un demonio halado, quizás el invisible que rompió el hielo recostado tras de usted, el mismo que desde siempre le sonrió detrás de las ventanas y en los cuartos vacíos, con esa mirada que le atravesaba, con esa sonrisa que le decía “vengo por ti”.
Despréndase entonces de sus necesidades humanas, ruegue por la fuerza por mantenerse en vilo, así mejor; con este toque de incertidumbre que siembra lo acontecido hasta este punto, cierre su relato; dele la oportunidad al lector de su ultimo escrito de imaginar el resto, pero usted no se mueva, suelte el lapicero y prepárese para una larga noche, y no se vaya a dormir, manténgase atento; no sea y no valla a despertar mañana si se duerme.

lunes, enero 12, 2009

Luto




Ante el dolor de un pueblo que amo y que grita, que llora a sus muertos, que gime el dolor de perderlo todo, que se solidariza y emprende ponerse en pie, no puedo mas que unirme, y guardar por ahora un silencio respetuoso. Gracias a todos los que pasen por aquí y eleven una oración por mis hermanos y hermanas, y para aquellos sin dogma que envien sus buenos deseos. La zona de destrucción es grande y las perdidas humanas incalculables, pero nos levantaremos!
Saludos desde mi extraño país.

jueves, enero 08, 2009

Estado de situación al día de hoy; terremoto esta tarde 6.2 grados.

Bueno amigos, hoy en mi país; esta tarde cerca de la 1.30pm un terremoto de 6.2 grados localizado apenas a 35km de la capital sacudió nuestras vidas. Los destrozos, los heridos, la destrucción los desaparecidos, las historias de terror empezaron apenas a darse a la luz, mañana vendrán mas con el amanecer, se rumora de un cacerio completo desaparecido bajo un terraplén; pero también lo mejor, lo mas noble de el espíritu humano sale a relucir en situaciones como estas, no será la excepción. Acá en la capital estamos bien, cautelosos, aquí en Costa Rica nunca tiembla solo una vez, ojala todo salga bien, gracias por el apoyo y oraciones que harán llegar, por los buenos deseos de aquellos que no tienen dogma. Ese es nuestro estado de situación a hoy.
Saludos desde este extraño país.


lunes, enero 05, 2009

En la punta de los dedos.


En realidad, aveces te sientas con toda la intensión de escribir algo maravilloso que te conmueva, te preparas alguna bebida, terminas tus tareas para estar tranquilo, le pides a todos que te den tu espacio... te sientas frente a la computadora... y te das cuenta de que no estas preparado.
Entonces tratas de relajarte... relees algún cuento o poema, repasas las ideas inauditas que flotan en tu mente, pones algo de música... tratas de llamarla... de hablar poco, solo como por aderezar tu ego y tus entrañas en busca de la musa que no aparece.
Te decides, te llenas de bríos y entonces finalmente pones tus manos sobre el teclado. No hay nada que hacer; estas bloqueado... la frustración se te sube al cuello y toma de rehén a tu espalda... sientes que tu obra magna esta en la punta de tus dedos... y no tienes la capacidad para dejarla salir...
"Aunque sea un bosquejo" piensas... tomas el libro de cronopios y de famas... o buscas la fluidez de la Prosa de el observatorio, que aunque Cortázar jamás lo dijera... todos sabemos que lo escribió en una sola noche en el observatorio de Jai Pur.
Terminas sin fuerzas esbozando esfuerzos infructuosos... una frase celebre quizás... sin poder conectarla con nada mas... quizás la guardes para mas tarde...
Tratas de descifrar la táctica o la estrategia, tal vez solo la forma en que se escribió Rayuela, ya tus pensamientos están demasiado confusos, y tus manos son una cárcel demasiado remota para intentar un nuevo escape...
Terminas escuchando llorar los violines de las cuatro estaciones... y piensas en esa carretera al sur y su sensata sencillez... si tan solo pudieras moverte en ese camino...!!! Te comes un yogurt apenas veinte minutos antes de que caduque, y con la magia atrapada en tus dedos, y los primeros rayos de la mañana te vas a dormir, dejando en la pantalla de el computador apenas un titulo que parece ser mas un grito desesperado...