sábado, agosto 28, 2010

He muerto (la Cuba lejana)


Bajo el apartamento donde crecí, siempre hubo una funeraria, eso siempre nos dejo claro a pesar de nuestra corta edad, el destino de todos y cada uno, mucho más cuando Sebastián, el pequeño niño hijo de la mujer de el vendedor de fruta fue atropellado por el autobús de las 8:15.
Parecía que dormía.
Ella y yo fuimos los únicos niños que se asomaron al ataúd, los demás, por perspicacia o superstición de sus padres se abstuvieron de asomarse pese a su curiosidad. No me equivoco al pensar que eso causo en nosotros una relación misteriosa y cercana; además de hacernos diferentes a los otros.
Y amanece que no es poco, muchas veces, hasta que cambiamos de niños a adolescentes y a jóvenes, y entre juegos y descubrimientos me enamoré de ella, primero de mi parte; como celos por los chicos mayores con los que aprendió a besar, luego como utopía tras los besos que me enseño a dar, y las caricias que me enseño a sentir, caricias que nos hicieron amantes con el tiempo, y nos llevaron de la mano por todo el barrio y a mi cuarto sobre la funeraria donde escudriñamos centímetro a centímetro nuestro cuerpo, entre libros de una doctrina roja y románticos sueños de revoluciones futuras.
Y nos juntamos con otros como nosotros en la cafetería frente a la funeraria, ese fue nuestro refugio, nuestra trinchera, nuestro lugar de estudio y nuestra excusa, ella aprendió allí de sociología, y yo que la Cuba lejana era solo eso y que nuestros muertos se lloraban al frente bajo otro sistema.
Y el tiempo paso, porque eso es lo que hace el tiempo, y ella se fue lejos a continuar con sus estudios, y el grupo de siempre me cobijo para escribirle cartas, y para escuchar sus respuestas que con el tiempo se limitaron, desde el "te amo y extraño apasionada" a un "los quiero a todos, estoy bien" y se encogió el futuro que tanto nos acercaba a los bajos de el apartamento de mis padres, y se alargo el pasado que guardaba tanto de nosotros hasta las últimas cartas sin respuesta.
Finalmente el sistema nos termino disolviendo, cada quién asumió su rol en el mismo mientras yo deje de escribir cartas que ella no contestaba, y el camino en mi mente solo me trajo de vuelta a la señora de un apellido extranjero, que fue mi amiga, que fue mi amante, y que alguna vez dejo de escribir respuestas a mis cartas.
No importó, la vida me puso de frente a Lucía, que nunca fue ella pero siempre fue una buena sustituta, y me dio dos hijos bellos a los que ame desesperadamente hasta hoy, que me han traído abajo de las escaleras de el apartamento de siempre, no como transeúnte de su acera, si no como cliente, porque los años pasaron y amaneció y amaneció cada mañana sin que ella volviera, sin cartas, siempre con el destino predestinado de quién espera como yo, aún el día de mi muerte a que vuelva, pero mi mujer y mis hijos lo significaron todo aún después de que cerraron el café, de que perdí contacto con el grupo de soñadores testigos de nuestro amor de besos y caricias que fue grande! y nunca acabo.
Hoy he muerto sin saber que fue de la que un día partió, y no importa, no importa porque el tiempo se lo comió todo! porque nunca volvió en realidad para saber si me dejo de extrañar o me encontró en otros ojos, o si pensó que en la Cuba lejana no habían funerarias donde me enterrarían como hoy; y si fuera cierto que no importa, ustedes pensarán que esto no es más que un desvarío de muerto que extraña a la ella que nunca volvió y que quizás nunca sabrá que he muerto.
(cuento sin trabajar publicado con una wireles robada)

18 comentarios:

Amorexia. dijo...

por razones que no entiendo, la vida puede pasar sobre supuestos, y los vecinos tienen una señal wireles que funciona pese a que la mía no, sin una clave que me detenga de publicar este cuento que no he trabajado, pero que hoy he querido compartir con ustedes; también por razones que no entiendo.

Luissiana Naranjo dijo...

que bueno que sigas los instintos y no las razones...
y nos compartas textos como éste!!
saludos

Julia Hernández dijo...

Sobre este relato en el que me he deslizado en unas maravillosas sensaciones que no se olvidan y se mantienen en el borde la piel.
Un relato que trasmite calma con un dejo de nostalgia, desprendimiento, recuerdos, esperas... acumulados en ese rincon inconcluso de la mente. Me he emocionado al leerte, me quedo con una tranquilidad extraña sumida en mis recuerdos. Excelente Amorexia. Un abrazo.

the lines on my face dijo...

te he estado leyendo, pero hasta ahora tengo tiempo de comentar...
Muy buena narración de lo que sucede tantas veces en la vida... me encantó tu frase de el tiempo se lo comió todo!
saludos

xxx dijo...

por dentro duele mucho, pero hay que sentirlo para aprender a transformar la mirada...
Amorexia lo transforma en letras pero igual letras que desgarran...

Adrián dijo...

Hay unos giros muy buenos.

Me gusta sobre todo desde el principio hasta "...y que alguna vez dejo de escribirme respuestas a mis cartas".

A partir de ahí, siento que le hace falta pulirlo. Pero va muy bien, compañero.

Sabina dijo...

wow, todo un viaje, lo mas triste de después de morir es el preguntarce si en verdad vivi... creo yo. saludos.

MAR dijo...

Muy buen cuento a mi me atrapo...
que siga!
Besos para ti.
mar

ISLA MARIPOSAS dijo...

Me alegro que ninguna "clave" te pusiera freno y no pulieras la historia... ¡eres un genio!.. no quiero pensar que escribirás cuando te propongas perfeccionar algo...
Como siempre... mi abrazo grande y sincero para ti deshora.
(ya te extrañaba tantos días...)
isla

Wílliam Venegas Segura (DW) dijo...

Amorexia:
¿qué es un cuento sin trabajar? ¿cuál es el límite de trabajo que hay que imponerle ¿sientes que no quedó mejor y lo justificas así? ¿se debe publicar un cuento sin trabajar?
Interrogantes son, nada más.
Un abrazo a usted y su familia.

andrés dijo...

Excelente narracion fren. Que extraño sentirse amado y rodeado de seres queridos y la mismo tiempo vacio, como con un hueco quien sabe donde que pesa y de vez en cuando nos hace tomar una pausa y pensar en el pasado.

Esas personas que amamos y ay no estan y aunq hayan otras no es lo mismo, no esta esa firma unca que dejo un garabato en nuestro corazon y uno deseando que lo embalsamara de tinta.

Genial fren - Saludos

Amorexia. dijo...

No amigo Willian, el comentario de que es un cuento sin trabajo es que este salió a la luz aquí a la luz sin antes revisarlo, se escribió de un tirón directamente en la plantilla de el blog, no se leyó ni se releyó en busca de errores, cacofonías, reiteraciones, no se le mostró a nadie, es un cuento resultado de un estado de ánimo, que fue parido así no más, sin cuidados extras que se suelen tener y que eta vez fueron omitidos.

Saludos y a ver cuando nos juntamos para hablar largo y tendido...

gracias a todos por sus comentarios, de verdad esta es la razón que me mantiene con el blog, esa retroalimentación de siempre necesaria.

Eli dijo...

''la vida me puso de frente a Lucía, que nunca fue ella pero siempre fue una buena sustituta'' pucha que duro ser esa clase de sustituta. A mí francamente eso me da miedo, porque el corazón no engaña y aunque uno sepa que lo quieren, siempre existirá ese sentimiento de no ser a la que siempre se amó y deseó con el alma.

Diang Lugo dijo...

justamente por maravillas como ésta es que te tengo como uno de mis favoritos... La vieja y triste Cuba seguramente ha sido cuna de tantos amores desgarradores como éste, aunque estoy segura que ésta situación debe presentarse en muchos lugares cada vez con mayor frecuencia. Ahora mismo en algún lugar del mundo, un alma enlutada debe estar sufriendo la pérdida de un amor que jamás tuvo la oportunidad de reencontrar, tan siquiera para comprobar que sí fue amor de verdad.

Anónimo dijo...

Compañero excelente como siempre.

Al principio pensé que el pobre niño iba a quedarse en la ilusión de amarla, y que sería duro. Pero fue más duro aun el haberla amado para luego perderla.

Me gustaría antes poder visitar esa Cuba lejana algún día, para así talvez, entre todas las que parten, encontarla antes de morir.

Rebeketa dijo...

Antes que nada, agradecerte tu comentario en mi blog, y decirte que nada tienes que agradecerme.

Todos tenemos dos vertientes, igual que hay noche y día. A mí, en cualquiera de las dos, me encanta hablar de la muerte porque pienso que no debe ser un tabú, y de ese pensamiento salió el cuento de la rana Grumilda. Los que me rodean siempre me preguntan cuál es el motivo de que siempre lleve hasta la muerte a la mayoría de mis personajes... lo que considero que no es un final triste. Es, simplemente, un final. Supongo que esto lo compartimos ;)
Tu relato... me fascinó. Lidias en pocas líneas con la muerte y el amor, el paso del tiempo... grandes temas, de una forma entrelazada que concuerda hasta el final.

Enhorabuena por este relato. Gracias a ti por compartir tus líneas que, de muerte, sí, pero de una ternura oculta que fascina.

Un beso,

Rebeca

LIFE Graciela Bacigalupe dijo...

Es imposible pedirle explicaciones a lo inexplicable... sólo hazlo.
Es imposible no leerte y sentir respeto y admiración.
Pega fuerte el texto...justo ahí donde nos duele...y...sentimos dolor por estar vivos..
çUn abrazo enorme .Un privilegio leerte.

LIFE Graciela Bacigalupe dijo...

Es imposible pedirle explicaciones a lo inexplicable... sólo hazlo.
Es imposible no leerte y sentir respeto y admiración.
Pega fuerte el texto...justo ahí donde nos duele...y...sentimos dolor por estar vivos..
çUn abrazo enorme .Un privilegio leerte.