sábado, agosto 07, 2010

Efecto doppler.


El sosiego llega finalmente, a pesar de que la casa se sigue sacudiendo, mamá le calma en sus brazos, cae polvo de el granito de el techo, ella sonríe y canta sin saber que esta sordo, interpreta que es un pequeño asustado, aunque cierto, no lo explica todo, el efecto de las bombas finalmente le agujereo los tímpanos y que importa? ni su voz ni sus cantos le calman el hambre; entonces ella saca de la manga un nuevo truco, y sopla bombas de jabón en su panza, mientras esperan escondidos escasamente de la guerra por la casa semi-destruida, sitiada por varios días .

Duerme y despierta por las sacudidas, constantes pulsos de golpes que no escucha, pero le producen ruido blanco en la cabeza, el hambre empieza a ser más, igual en cada pulso se sostiene la cabeza, ella asustada igual sonríe, juega a calmarle el miedo y el susto con ella, y el hambre con bombas de jabón que le explotan en la pancita, más le es difícil esconder la expresión de terror y desesperación en la cara, él logra leer ese signo sin poder interpretarlo, simplemente lo pone ansioso, el olor a muerte tan joven le es ajeno, el terror excitado que exhala su madre, la sordera y el golpe de ruido blanco en su cabeza, un pulso constante y repetido de un miedo completamente nuevo, que coincide con el ciclo de las sacudidas, a veces sí, otras no, vuelve de la somnolencia y renueva el ruido blanco, parece cronometrado, aprieta los ojos cada vez, ella sonríe y llora, pretendiendo que el pequeño no se de cuenta, mientras la noche eterna se vuelve madrugada y día pero continua oscuro.

Atrapado en el silencio, hambriento, las bombas de jabón parecen funcionar, llora en seco, las lágrimas ausentes se vuelven ojeras y deshidratación, la sonrisa de ella desesperada, vuelve a soplar en la oscuridad bombas que para él son de colores, apenas cese el fuego tendrá que salir a buscar alimento, pero lo dejará pequeño y sordo; sin saberlo.

Aparece la quietud, cesa el pulso, aunque sigue cerrando los ojitos cronometrado, la panza le gruñe al mismo ritmo que el golpe sordo que le altera, ella abre una portezuela en el techo y asoma su cabeza, le habla, lo advierte y él no escucha, aprieta los ojitos mientras tanto, y ella sale a buscar comida, él se desampara y trata de aferrarse, ella sonríe y ataca con más burbujas en su pancita, y sale a la noche de esa mañana, mientras él trata de seguirla, le ve correr entre los que escapan durante el cese al fuego, y le ve alejarse cinco pulsos de ojos apretados; se llena de deshasociego, se altera y llora y el golpe vuelve con más ruido blanco y ecos sordos de la guerra, se incrementan, siente como el corazón le palpita en los oídos, y entonces el pulso sin descanso vuelve con un frio nuevo, conforme ella se aleja llevándose el calor con ella, que trata de ir y volver lo más pronto con cualquier cosa que el niño pueda comer, y vuelve la sacudida, una vez, otra vez, mientras ella se confunde entre los que corren, se incrementa y crece, le duele más la cabeza y mientras llora se le llena de ruido blanco y golpes de bajo, y un pitillo que llega silbando y crece y se acerca mientras de pronto un pulso aparece con luz y fuego desde el cielo, y golpea justo donde ella corre, él lo siente venir y lo golpea justo cuando aprieta los ojos y el ruido blanco recrudece, y ve de el suelo salir burbujas de jabón, a lo lejos, elevándose por el cielo, las ve venir desesperadas a abrazarlo, mientras mamá se dispersa en el paisaje silencioso de la quietud que lo arroja al suelo.

Ya sin hambre y afuera, mamá lo abraza y le muestra sonriendo el paisaje tétrico lleno de burbujas de jabón, y ya sin miedo y golpes de ruido blanco que le hacen cerrar los ojos el fuego desde su perspectiva, se estalla contra el suelo, el estomago de la guerra.

5 comentarios:

Cynthia dijo...

La belleza desapercibida de este cuento, es que donde quiera que estén, si es juntos; es hogar, es abrigo, son burbujas de jabón con colores del corazón.

Un relato con un final feliz.

Cyn_thi.

Freaka dijo...

Hace mucho de no leerte, y sigues teniendo el mismo impacto.. me agrada.

saludos!

MAR dijo...

Terrible, pero real.
Besos para ti y paz en el mundo.
mar

Amorexia. dijo...

Ggracias por comentar, pero todavía creo que este cuento fue un mal intento...

Julia Hernández dijo...

Me parece un relato bien logrado, además del mensaje que lleva a reflexionar. Muy bueno Amorexia. Un fuerte abrazo.