lunes, febrero 01, 2010

El último día...


Si hay un día que vale la pena vivir, ese es el último día de nuestras vidas, en nuestro caso sin duda fue así.

Siempre me encanto tu sonrisa, esa misma que me impulso a hablarte en aquella fiesta de nuestra amiga en común, de no haber sido por tus labios y tu mirada picara esa noche hubiera vuelto a casa solo, y no con tu número al reverso de una factura de cervezas, y no es un gran detalle de mi parte de mi parte recordarlo, la factura sigue pegada en el refrigerador con un imán de power rangers como tantas cosas sin importancia que uno deja cuando muere; junto a tu número, tu messenger, y a partir de él, muchas conversaciones guardadas en mi computadora, y en los servidores de live, incluyendo las de ese último día, donde al final de la tarde estabas tu diciéndome que me esperarías en la pizzería de siempre, cerca de el mall de san pedro.

En verdad no sé cuanto me esperaste esa noche, recuerdo que me retrase por que quise pasar a comprarte flores, detalles cursis que son recuerdos, solo eso, pero que valieron la pena vivir sin duda.

Esa mañana me desperté tan feliz, por que de el otro lado de el msn me esperarías tú apenas llegará a la oficina, sin embargo hubo una espera, por que nada más llegando me llamaron a reunión, poco recuerdo de ella, mi pensamiento estaba en sentarme en mi cubículo y saludarte, luego las preguntas de siempre, el ritual de cada día, ese que en los posteriores tomaría tanta relevancia, por que las cosas insignificantes; cuando llegan y luego cuando pasan; se retoman una y otra vez y se recuerdan, son un fantasma, una despedida que no se acaba.

Cuando volví a mi puesto, ya había una ventana tuya esperando, un simple "hola" que sigue retumbando en la memoria. Contesté feliz, y nos hicimos compañía remota el resto de el día, a pesar de que el mismo se consumió en trivialidades y rutina de el trabajo.

Te felicité por tu mensaje de estado: "primer día en nueva oficina" y en el transcurso de las horas se convirtió en excusa para ir a celebrar esa noche, no podría ser de otra forma más que en la misma pizzería que se volvió cómplice de nuestros encuentros no virtuales, esa donde ahora sería imposible volver por que los recuerdos suelen ser también un depresivo en los lugares donde alguna vez fuimos felices.

No olvido la risa de la señora que me vendió las flores, tu último mensaje en la ventana de el chat, mi ilusión al cruzar la calle que llevaba a la pizzería, y en ese instante, el frio en el espinazo ante el incomprensible presentimiento, y las flores que quedaron tiradas en la alcantarilla, mi carrera y mi susto al ver la calle llenarse de ambulancias y patrullas, el policía que me evitaba pasar y tu cuerpo cubierto por una sabana ensangrentada entrando a la ambulancia, como ves, todo esta tan claro hoy como entonces, tan confuso al mismo tiempo, tan triste como ese último día de tu vida que valió la pena vivir, y por el que a pesar de mi tardanza, no me ocasiona ningún remordimiento.

Sé que no leerás nada de esto, pero cómo no iba a escribirte esta madrugada viéndote conectada en el msn? cómo no iba a decirte que esa noche añoraba verte como nunca? si hace un año desde tu muerte no te conectabas? Leíste todo lo que te puse en este tiempo? dime “hola” al menos, o confírmame que eres un técnico formateando la máquina de el otro lado que no supo que el msn estaba programado para iniciarse automáticamente al iniciar sesión, y haz que ella se vaya de una vez por todas de mis noches, aunque mañana quién disponga de ese computador ponga en su mensaje de estado también "primer día en nueva oficina" aunque no me tenga de contacto y buena suerte.


Gracias Galcides por la inspiración.

16 comentarios:

Marco Cañizales dijo...

Mae yo sé que no te gusta como suena, pero este es el Amorexia que me gusta, el que tiene esa nostalgia en sus textos.

A la mitad uno se deconecta un poco pero desde el principio atrapas.

Bien logrado! Carpe diem!

Saludos,

Julio dijo...

jueputa!

Me sacó las lágrimas el texto...

KagosaVampire dijo...

Dos cosas ciertas:
-Los detalles son lo que mas recuerda uno cuando alguien nos deja...
-"ahora sería imposible volver por que los recuerdos suelen ser también un depresivo en los lugares donde alguna vez fuimos felices" los recuerdos son tan pesados que nos impiden caminar hacia esos lugares...

Y pues, ojalá uno supiera que es el último día...

Terox dijo...

Muy bueno... muy bueno...

SAMADHI dijo...

te entiendo mas de lo que te imaginas, y AY de vos por recordarmelo!!!!

GAlcidesS dijo...

Quedó bonito mae, pero le faltó sangre. Vaaaaaraaaasss. Está bueno así.

Saludos.

Ricardo Miñana dijo...

Muy bonito el texto y la imagen
que tengas una feliz semana
un abrazo.

andrés dijo...

Que duro relato fren, x eso es que es mejor no saber cuando va a ser el último dia y la calle se nos llene de trsiteza.

Muy bueno men

Vilma dijo...

Qué intenso. Vilma.

MAR dijo...

¿Qué ha pasado por aquí?
mmmm
Besos para ti.
mar

Stema dijo...

"Al lugar donde has sido feliz
es mejor que no trates nunca de regresar"...
Con un nudo en la garganta...
Saludos y un fuerte abrazo

jeje1308 dijo...

Demasiado bueno me sacaste las lagrimas realmente...Me encanta el sentimiento que le pusiste

JGM dijo...

Mae que suavecito que soy... me saco los mocos esta vara... muy bueno!

MaLena Ezcurra dijo...

Dejarnos fluir para llegar a ese instante.


Las palabras se enredan maravillosamente en tu casa, siempre.


Un largo abrazo.




M.

Anónimo dijo...

Opulently I agree but I dream the list inform should have more info then it has.

Sabina dijo...

uffff, sufrí... en estos años que he tenido leyendo distintas cosas, distintos autores nunca nadie y lo digo sinceramente NADIE me habia echo sentir esa angustia, ese estremecimiento... me as atrapado, felicidades por este texto, es buenísimo, no supe que deparaba el final pero me a encantado ya que nada es perfecto ni nada es felicidad 100%. en fin un abrazote y obviamente te seguiré.