domingo, febrero 07, 2010

Amores politicos

Más allá de lo que los candidatos que representaban nuestras creencias políticas dijeran y repudiaran, ella y yo nos amábamos, yo un liberal firme y ella una romántica revolucionaria que participaba asiduamente en las actividades patrióticas de su gente; los conflictos y estrategias políticas de los partidos eran cosa de ellos, ni yo recordaba su pensamiento semi socialista al besarla, ni ella me sacaba en cara mi fé en la descentralización cuando hacíamos el amor; he aquí la primera gran diferencia política entre nosotros, ya que los liberales somos gentes que vivimos nuestras vidas y creemos en lo que creemos sin mayor escándalo ni estrategia de grupo, simplemente ejercemos nuestro pensamiento en el diario vivir.

Ni siquiera en los orígenes ideológicos de nuestras familias éramos afines, su familia seguía siendo social demócrata mientras la mía, asidua seguidora de la doctrina social cristiana de un caudillo cuyos logros de antaño habían sido olvidados por el partido, bajo el mando de el hijo de ese gran hombre, lamentaba mi pensamiento liberal; en ambos casos y para nuestro pesar, nuestras familias eran adoctrinados fanáticos desde su propia trinchera cada una; de dos hombres que habiendo sido enemigos políticos durante la breve guerra civil de nuestro país, habían luego, y a pesar de sus luchas sociales, separado ideológicamente a un pueblo que no optó por más que un bipartidismo que solo, ante el surgimiento de los grupos por los que ella y yo ahora mostrábamos afición, se vio debilitado y en peligro.

"Aunque la gente de este país no está preparada para el liberalismo, tu si estas dispuesta a vivir con este liberal" le decía entre bromas, ella siempre me respondía que para mí era mejor seguir con ella, ya que desde mi doctrina, yo representaba un peligro para su partido, y que de llegar al poder solo ella podría salvarme; eso era cierto, tanto que ya había sucedido, ella me salvo, no políticamente, si no de forma más personal, de ser victima de mi propio desenfreno, un detalle solamente.

Cuando la lleve a cenar con mi familia, y mi padre le pregunto por su simpatía partidaria, yo sabía que la noche no terminaría bien, mi padre creía que no apoyar al partido de el "padre de las garantías sociales" era traición a la patria, y ninguna nuera suya sería buena de no profesar la creencia de mis padres y abuelos, nunca olvidaré la charla sobre lo traidor que era yo por no apoyar al partido por el que mi abuelo luchó durante la guerra civil, ni la bofetada de mi abuela por apoyar una ideología distinta, su enojo fue tal contra mí, que cuando en el lecho de muerte llamo a la familia, obvio mi nombre y pidió que yo no estuviera. La noche en que mis padres la conocieron terminé de lavar y secar los trastos junto a mi madre; mientras en la mesa mi padre y mi novia se enfrascaban en discusiones sobre el país, la corrupción y el pensamiento de cada bando, ella no comentó nada al respecto, él en cambio se quejó de mis gustos por una mujer que a pesar de ser bella e inteligente según su parecer, "lastimosamente estaba confundida y engañada por un megalomaniaco"; yo no le respondí nada, ni le comenté a ella este criterio que mi familia entera, compartiría tiempo después durante la fallida revolución de febrero.

La intolerancia pareció haberse apoderado de todos, incluso de los propios y los ajenos; más que obvió al decir verdad; ni yo estaba bien por caminar con una "troska" de la mano, ni ella por respetar a un "vende patrias" como yo, era la víspera de la elección en que nuestros partidos disputaban el derecho por una segunda ronda contra los social demócratas que amenazaban con perpetuarse en "dictadura democrática" en el poder.

Los ánimos caldeados y un extremo triunfalismo de parte de nuestros candidatos estallaron bajo el grito de "fraude" la misma noche en que el Tribunal Electoral declaraba ganador al aspirante oficialista, de pronto nuestros bandos opuestos eran uno contra un enemigo común, y por esa vez nada más no fue difícil que nos uniéramos con protestas en las calles, que desembocaron en vandalismo y violencia.Nos encontramos juntos en nuestra primer casa, esperando un futuro bajo la represión legitimada en la defensa de la "voluntad popular", justo entonces me revelaste que estabas embarazada, tendrías un hijo mío, mitad liberal y mitad socialista, algo extraño tomando en cuenta que para entonces el centro, no existía, y abrazados a tu barriga esa madrugada, llego la guerra.

Los social cristianos, que eran pocos, se aliaron contra los "revolucionarios", nuestras familias eran nuestros enemigos entonces, la pasividad de nuestro pueblo quedó reducida tras la intransigencia, el extremismo y el levantamiento, éramos de los mismos y éramos enemigos declarados, con la mañana llego la derrota, y de pronto de cuatro bandos saltamos a dos, la última vez que la vi salía con un salvoconducto abrazando a nuestro hijo en el vientre, a tierra neutral, finalmente nuestros padres amaron a su nieto un poco más que al poder, yo guarde silencio absoluto desde entonces, protegido por mi familia.

Cuando el congreso estalló en un atentado suicida, vi resucitar aquel fallido intento de revolución, grite, luche, a su estilo, por que había un hijo que conocer ya con seis años; morí la misma tarde en que se rindieron, tras una segunda revolución nuestros enemigos, finalmente mi hijo estuvo cerca, al menos, al dejar flores en la tumba de su padre, no sé que paso luego con todos, de pronto las historias se repitieron, tú, abuela abofeteaste a un nieto por no rendir homenaje ideológico a su abuelo, pero las tumbas son frías y desearía que existiera la forma de decirle desde acá que no vale la pena separarnos por ideologías, a fin de cuentas ya muertos, la patria es un concepto abstracto, que no vale más que una vida, por que entonces la patria es solo tierra que nos aleja de quiénes amamos, sin importar su credo.

11 comentarios:

Terox dijo...

Excelente... por dicha que esto es pura ficción, a pesar de lo que querría más de uno...

winso1983 dijo...

Excelente!

De nuevo un relato tuyo me lleva, en las alas de la imaginación, a escasos metros de la tumba del patriota.

Pero ¿qué tan cerca está la ficción de la realidad?

Saludos!

maría dijo...

muy bueno, no tengo palabras

LIFE Graciela Bacigalupe dijo...

UFF amorexia te leo se me pone la piel de gallina...y debo buscar un café doble... Qué letras que tienes hombre... ese estilo tan tuyo...En impresionante que en ningun texto puedo dejar de seguir hasta el final sin pausa. Entrar a tu blog y leerte es como asoimarse a u tunel que te lleva a lo que describis. Casa vez que te leo me siento dentro de la escena... IMpecable y excelente... bahh ya no tengo palabras che, tus textos son atrapantes!! un abrazo desde el alma!

Sabina dijo...

exelente y muy cierto todo lo escrito... estoy pasando por un momento similar, en fin un abrazo.

Anónimo dijo...

Excelente... supongo que al igual que Sabina estoy pasando por algo similar. Me parece inverosímil me hayan dejado simplemente porque me identifico más con una ideología de derecha, y ella no. Aun estoy en shock que una campaña política haya podido deshacer en un par de semanas una relación que venía bien, solo porque la intransigencia y el odio del otro bando fuera capaz de envenenarle la cabeza a una mujer que en su accionar académico, profesional y personal es simplemente brillante. Es increíble como ellos ven a los que piensan diferentes no como alguien que está equivocado, o alguien que pueden convencer con argumentos, sino como al enemigo que quiere destruir el país. Al estar trabajando ella en el partido que compartía sus ideales, fue bombardeada de ideas extremistas, hasta podría decir fanáticas, y fue convencida que los estaba "traicionando" al tener una relación sentimental con alguien que piensa diferente.
Pensándolo bien, al rato fue mejor ahora que reventaran los problemas de este tipo.
Estoy sumamente frustrado y necesitaba desahogarme, al menos de manera electrónica. Gracias por el espacio.
Posteo anónimo, cosa que nunca hago, porque existe posibilidad que ella pase por este blog… y ya la situación está lo suficientemente complicada como para tirar más leña al fuego.

Joha dijo...

Me encanta y te puedo decir que es uno de los post que más me ha gustado desde que leo. Jajajaja. Palidecí cuando terminó tu narrativa. Me llegó, amigo escritor.

Saludos. Gracias por leerme, espero, nos sigamos leyendo porque para mi es todo un gusto. :)

Unknown dijo...

ACA ESTA MI AMOREXIA! HA VUELTO

MAR dijo...

QUE TODOS LOS DIAS SEAN DIAS DE AMOR PARA TI.
PD
LA POLITICA...NADA DE AMOROSA POR CIERTO.
mar

Abriles dijo...

y yo que no quiero escribir largo, sin embargo tu atrapas desde la primera línea amigo... hasta el punto final, no importa que tan largo escribas.

excelente trabajo

Julia Hernández dijo...

Muy buen relato. Entre el amor y la pólitica, me quedo con los sueños, la magia y tal vez con la ligereza de creer en la posibilidad de un mundo mejor. Este creo es mi último comentario como Delfín en Libertad Amorexia, trasmutaré en algo acuático de nuevo...pero no tan dulce como un delfín, es hora de sanar heridas. Llegaré y volveré a leerte. Un fuerte abrazo.