Si te dicen que caí.

La guerra cayó como centellas desde el cielo.
Que más podía hacer más que llorarlo desde las noticias?
Su cuerpo ausente de amor lloró sudor en manos de otro desconocido, esa noche, el manto de la realidad volvió a rasgarse, aunque un desconocido la tomó, no pudo más que llorarlo en quejidos, debía alimentar a esos niños, más aunque el semen que le quemó el vientre no era el mismo que tocaba su alma, solo pensó en él, si tan solo llegará otra carta diciéndole que estaba vivo.
La noche cubrió sus sollozos nuevamente, tenía el dinero para que sus hijos no llorarán de hambre una semana, tiempo suficiente para esperar de nuevo noticias.