miércoles, mayo 21, 2008

Aprender a llorar.


“No puedes enseñarle a llorar a un hombre de 30 años” y sonrió desganada, con la mirada perdida hacía afuera a contra luz, como tantas tardes, y es que el ritual de la hora de visita era siempre el mismo, mirar el reloj, mirar a la cama, mirar por la ventana, la misma cara de mal dormir, de mal comer, entre resignación y rabia, pero calma, decaída.

“Es hora” se decía tranquilamente cuando el de seguridad aparecía en el pasillo, este sabía que no hacía falta decir nada, y nosotros que no hacía falta que lo hiciera.


Y es que con los días antecediéndose los unos a los otros dentro de el centro medico, la rutina fue educándonos, y de pronto nos encontramos de forma surrealista viviendo esa muerte pequeña y lenta que es vivir, esperando las horas de visita, uno dormita entre comidas insípidas y salones, sillas para espera y alguno que otro café de máquina.

Ella y yo hablábamos poco en esos días, y ya desde antes se venia dando dicha conducta, por lo que en realidad mas bien, tener a mi mujer allí ya era mucho, y no hacía falta hablar, no hacía falta a veces ni mirarnos, igual que como nunca fue necesario amarse, siquiera quererse, ya que desde siempre nos fuimos un buen negocio, y a pesar de que el amor no duro mas que el tiempo en que tardamos en volver a nuestros trabajos después de la boda, era bueno tener a mi mujer, riendo a contra luz y con desgano, la frase que le oí a algún poeta, o a algún desgraciado.


Las noticias buenas nunca parecían suficientes, las malas eran mas comunes y significaban estar mas al tanto de lo que ocurría, y la vi bella como nunca hablando con el médico cosas que no entendía, los veía mover la boca y no había ni una señal de lo hablado, su expresión siempre fue la misma, y yo mirando el reloj, la cama, la ventana, nunca me atreví a preguntar.

Nunca, nunca la vi llorar, y aunque cada vez los pronósticos pasaron de reservados a negativos, seguimos allí en nuestro ritual silencioso, reloj, cama, ventana, contraluz, sonrisa desganada, salón de espera, café mocca de la máquina, surrealista, fresco de gelatina y arroz con carne insípida, y nuestros silencios en vez de caricias, en vez de amor.


Hace tiempo que nos acostumbramos a ser solteros en lazo matrimonial, hace tiempo nos olvidamos de las risas y los “te amo”, la rutina se repetía cuatro veces al día, en turnos continuos desde la visita hasta la espera, y finalmente a las nueve el viaje a casa, y “hasta mañana”
Pero esa despedida mentira fue un triste desenlace para un silencio, esa vez si te vi preocupada quedarte en la puerta, y yo a contra luz sonreí, reloj, cama, ventana, y te alejaste por el pasillo.

En realidad no sé si aprendiste a amarme por lástima o por costumbre, o si el desenfreno de el silencio surrealista te llevo de nuevo a algún anhelo, tal vez, solo fue solidaridad, o la necesidad de sentirte apoyada, pero esa noche seguro estuviste tan agradecida como yo de tenerte ahí en silencio, aunque amarse ya no fuera necesario, y entraste corriendo a la mañana mientras médicos, auxiliares y enfermeras trataban de detenerte, mas fue en vano, yo tratando de detenerte en el pasillo para abrazarte, por primera vez en meses, para tranquilizarte, pero fue imposible ante tu decisión, de pronto mi cama vacía; rompiste el ritual y de el reloj saltaste a la ventana, sonreíste a contra luz cuando desde el pasillo te dije “y enseñarte a llorar a ti?” y te quedaste allí sentada, en calma, agradeciendo el silencio, por la liberación de la que eras objeto, y nadie entendía; que tus lágrimas; calmas como tu sonrisa no eran por la ausencia si no por el silencio, grato recuerdo de mi , que desde el pasillo te miraba por última vez a contra luz; reloj, cama, ventana, mi esposa, y el pasillo que se alargaba mientras caminaba hacía el final de él en silencio, y solo tu que me escuchabas recitando un poema sobre aprender a llorar.

49 comentarios:

MaLena Ezcurra dijo...

Mi alma se queda pegada en tus letras, una acída delicia.

No sé que más decir, leí el texto tres veces, palabras sagradas.

Un abrazo dulce compañero.


MaLena.



Pd. Un besazo al dulce niño. :)

Pablo Distinto dijo...

Perdón por mis tardanzas.

Llego y me encuentro con toda esta lección educadictiva, sobre como taponar la sangre fluyente del tiempo ese curioso elemento, que ora como la gota en la piedra.


Saludos Camarada.


Paso

Dionix

Terox dijo...

¡Qué rudo! De tanto esperarla la muerte llega a ser bienvenida...

Mujer en Constante Crecimiento dijo...

Rituales de Silencio... Muy hermoso, Gracias por tu visita, estaré como nueva lectora por aca...

Anónimo dijo...

llorar merece la pena, nos sana

El Crucificado dijo...

Muy bueno, tiene un estilo distintivo, como de mostrar todo pero al mismo dejar elementos pendientes y al final reunir todo y mostarlo a plenitud.

Saludos.

El Crucificado.

CriS dijo...

Que bonito escrito... me metí por esos pasillos... sentí vacío... creo que ambos lloraban por dentro, y ya no les quedaban lágrimas que sacar afuera... en fin... voy a volver a leerlo... me encantó...

Lumi dijo...

snif!!

Me gusto mucho mi amigo.

maureen dijo...

que duro, que verdaderamente duro!
que familiares me resultaron tus palabras, pero del otro lado de la ventana, del otro lado del reloj,
en el pasillo anexo, en ese donde solo pasan las gabachas blancas que ignorantes conciente o inconcientemente ven reflejos del otro lado del ventanal, reflejos que ven el reloj, la cama y la ventana....
que duro amorexia
cuidate

Melcocha dijo...

si supieras lo que detesto los hospitales. de verdad meterme en este escrito fue como sumergirme en angustias pasadas.

y pensar que hubo un momento en que para no verlo sufrir más deseé que se alejara tranquilo..

que dicha que no nos dejó....

SarksTico dijo...

REAL!
me gusta, me gusta..

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Wow..
Sentì el frio del hospital.

Me gustó

Saludos

*CaleidOscópica dijo...

ay! gracias por el comentario, tienes un muy buen blog.


espero sigamos leyéndonos :D

xwoman dijo...

Ahhh! Este texto me hizo recordar un sueño que tuve:

me encontra sumamente angustiada porque debía llegar antes de que acabara la hora de visita en el hospital, fue imposible. Sabía que debía visitar a alguien que estaba moribundo, alguien muy muy enfermo y sólo yo podía cuidar pero no estaba segura de quien se trataba. Algunas personas me llevaron por callejones muy oscuros hasta que logré ingresar. No había ventanas, solo un espacio inmenso, con ese color pálido de las paredes de un hospital y en el centro una persona acostada sobre la cama, estaba enferma. Me acerqué, por un instante tuve miedo pero al acercarme me sorprendió tremendamente que esta persona era una mujer muy similar a mí, similar en mi rostro, en mis ojos, en mi piel,... era yo. Un yo enfermo, a punto de morir... y me quedé ahí junto a ella, cuidándola hasta morir.

Ainss, al despertar supe que debía cuidar de mí, que mi enfermedad espiritual era solo responsabilidad mía, de nadie más.

El silencio muchas veces niega nuestra propia realidad.

Un abrazo y mil gracias por pasar!!
;)

Amorexia. dijo...

Gracias a ti por No need to arge de The Cramberries, necesitaba una canción como esa hoy. Seguimos igual, pero ahora sé fuanto la extraño. (yo sabré!)

xwoman dijo...

Vos sabrás! jeje Excelente canción, cierto?

Un abrazo para lo que necesites. ;)
Marce

la sombra misteriora. dijo...

Este texto especialmente guarda una tristeza que es identificable, pero eso es lo malo de dejarla fermentar, y bebersela de un sorbo.

Excelente texto.

Anónimo dijo...

Es dificil para algunos aprender a llorar, y cuando lo hacen, ya es tarde.

Alejandro Jusim dijo...

Aun estoy aturdido por tus palabras, se me han venido infinidad de imagenes, de olores, de miedos, que rondan indefectiblemente en mi silencio estruendoso.
Lo que has escrito, es tan bello como duro.
Perdoname si no sigo escribiendo, debo secar una lagrima.
Agradezco haber llegado a tu blog.
Te mando un gran abrazo desde Argentina.

Anónimo dijo...

Y con este post me hiciste llorar.. No se que decir, raro en mi.
Gracias por pasar por mi semi-abandonado blog.. Te mando un abrazo.

Saludos desde Miespaciosolomio!

Vanessa Alanís dijo...

la verdad es que cuando recién empecé a leer dice: puts! está larguísimo y me duele la cabeza jajjajaja que floja! pero lo leí y me encantó. muy en prosa pero muy rítmico, cadencioso, "luz, cama, ventana... reloj y silencio".
es de ese tipo de textos que no dicen nada pero te dicen mucho y no forzosamente era lo que el texto le quería decir al autor ni lo que el autor le quería decir al lector a través del texto... o algo así!

muchas gracias x pasar x las efimerías y por el bife.

saludos

BELMAR dijo...

Bienvenido al mundo "punto com"... Saludos!!!

hpereyraf dijo...

Sabes ahora si casi me hiciste llorar ... y repito el parrafo q consiguio ese efecto en mi "En realidad no sé si aprendiste a amarme por lástima o por costumbre, o si el desenfreno de el silencio surrealista te llevo de nuevo a algún anhelo, tal vez, solo fue solidaridad, o la necesidad de sentirte apoyada" ... nunca mejor dicho x alguien q no me conoce ...

Txe Peligro dijo...

échele un vistazo a las instrucciones para llorar de cortázar.

cool!

Rolando Escaró dijo...

que buen relato. creo que en algunas oportunidades ya no hace falta llorar

Jimena Gale dijo...

GUAU!!! no hay mucho que agregar... es conmovedor... porque ahí también había amor... distinto pero lo había. saludos!

Freaka dijo...

he llegado a pensar que los silencios son mas q las palabras.. un saludo. por ciero linda imagen de tu blog.

[ кeя ] dijo...

Mantengo que el silencio no es mudo.
La rutina, el continuo dia a dia lo mismo una y otra y otra vez...

buen texto ;) habla de muchas cosas en no muchas palabras, y da que pensar...

PD: siento el retraso he estado liadilla.
un abrazo
DANGER!

aaa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
aaa dijo...

Lo logras, de una forma tan invisible que, no me di cuenta cuando sorbí del café amargo, sentado en esa incomoda silla, viendo a esos dos personajes sumergirse en ellos mismos; a solo unos metros.
Te sigo leyendo.

PD: recordar el lustrosos y sublime dialogo en pulp fiction acerca del silencio.

Unknown dijo...

Que atmósfera...
Sería menos comoplicado aplicarse así?
Claro, al menos difrutable.
Un beso ENORME!

Cinder dijo...

llorar muchas veces libera el alma, esta vez ocurrió, tus letras siempre llegan aunque sea a deshora, cuidate desde las cenizas

Tatiana QGarita dijo...

Tus sabes lo que vivimos, tus escritos como siempre me llegan en lo mas profundo de mi ser, en realidad este forma parte de la tristeza mas amarga de mi vida.
Es un excelente texto como siempre, tu sabes q al leerlo mi alma y mi espiritu lloran , gracias a Dios por los recuerdos de algo que pudo ser y no fue.
Te amooo

Anónimo dijo...

Me gusto tu escrito, vivencias, sentimientos. Bellos.

Un abrazo y gracias por la dire.

dèbora hadaza dijo...

oscuro, duro y triste...

abrazos

Mario García dijo...

me recordó una canción que decia: No cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor...

BETTINA PERRONI dijo...

Amorexia... el alla siempre se lleva semejante sacudida al leerte... siempre hay algo sensible que tocas... a veces un miedo, a veces una fobia, otras veces amor... no sé...

Incontables lágrimas caen sobre el rostro... incontables lavadas al alma... hasta mañana... cuando es que se va la esperanza?... tremendo post!!! excelente y te aplaudo de pie.

PD. Ando liada en semejante labor pues han considerado a mi blog para el Nobel Prize Award... amigo, te invito a que me apoyes con tu voto en http://www.nobelprizeblog.com/

©Claudia Isabel dijo...

La crónica de un sentimiento que muere...es muy triste ver como fenece y sin poder hacer algo para evitarlo...pero asi es y nos ocurre a todos...nada es eterno y viene con fecha de vencimiento, hay que leer la letra chiquita amigo..
Ün abrazo que intenta acompañar.

La Mula dijo...

sé q no es lugar para dejar recados pero ya hice mi tarea con la antorcha!!! revisá mi blog y avisame qué hay que hacer.

andrés dijo...

Amorex, una vez mas he disfrutado inmensamente la gran calidad de escritor que tenes, termino lleno de melancolia y unas ganas de salir a la calle sonriendo, sin q nadie me importe, sin q nadie entienda o pregunte.

Me encanto el post... salud!

Galileo dijo...

Hermano Amorexia
La Antorcha Ticoblogger ha llegado a Hecatarsis, y ahora la quiero traer a iluminar este bello espacio.
Compartamos el fuego, pasemos la luz!

Acá te la dejo!

Paz dijo...

Y este cambio??
He estado enferma, sin ideas en mi cabeza pero sí con mocos en mi nariz.
Ni me he asomado por el blog, leo mi correo, saludo escuetamente a mis amigos en msn y a la cama nuevamente, pero hoy sentí renacer.
Vine al blog y me entero que te cambias de casa! MISH!

Leí tu ultimo texto, pareciera ser, ademas del ritual de los personajes, el ritual de la agonía de un ser amado, cuando el cansancio le gana a la esperanza y a los te amo y las sonrisas desganadas y agotadas imperan hasta el desenlace, cuando recuerdas cuanto le extrañarás.

Un abrazo querido amigo!
Mucho tiempo sin leerte.

Pd: sumame si quieres a tu manifestación Alto al odio, totalmente de acuerdo compañero.

Mariel Ramírez Barrios dijo...

La primera idea que se me viene a la baceza leyendo el post ( o imagen) es el amor de rutina que se ha muerto...pero cuando comienzas con ese acompañamiento mutuo
-cuando amarse ya no es necesario-
me haces plantearme lo de siempre
si la pareja humana al final
no es sólo eso
acompañarse
estar uno al lado del otro
y sentirse bien por eso
un compañero
( aunque aún esa idea no enre en mi cabeza)
pero entonces llega el final
y estar cuando el otro se va
bien,con una sonrisa y un poema acerca de como aprender a llorar
en la muerte
o en la despedida
es lo mismo
Habla de un buen amor
que acompaña la partida del otro
con dignidad
con compañía
y le deja irse bien.
bravo,amigo
es hermoso.

CRLegal dijo...

Qué rico leerte después de tanto tiempo! Un abrazo. Salud.

El Analista dijo...

Muy bueno como siempre mi amigo, mas en un tema que me resulta grato para escribir tambien.

Mistress_blue dijo...

Retomo los caminos, y los mundos de letras a los que me encataba ir, cuando el tiempo me daba de su tiempo... Tú eres uno de mis favoritos, siempre es un placer volver por aquí

Amorexia. dijo...

Saludos.

Stema dijo...

Tengo una presión en el pecho, y más ganas de llorar q cualkier otra cosa. Simplemente magnífico, muy real, casi me meto en el texto y saboreo el mocca....
Como siempre, increíble Amorexia!

Adriana dijo...

Hay hombres que aprenden a llorar después de los treinta años, pero esas lágrimas llegan demasiado tarde.