lunes, enero 30, 2017

Y si muriera ayer hace un año?



Este 30 de enero no tendría por que ser un día especial a no ser por ellos, por que muy a pesar de cualquier cosa, amaneció oscuro, no como cualquier día de enero, y la gente mostró un extraño positivismo por ser este día un lunes en el que se agolpan los buenos deseos y proyectos laborales, que en la mayoría de casos, se irán diluyendo con los días en la misma pista monótona que consume todo en rutina y pereza.
Sin embargo, y a pesar de que el tránsito amaneció estancado de nuevo, como cada mañana, y que los periodistas deportivos llenaron de estupideces el dial hablando de la jornada de el día anterior, para ellas este no era un día cualquiera, los niños se pasaron media hora antes de que sonara el reloj a nuestra cama e hicieron que te levantaras a hacerles desayuno, se bañaron y se prepararon para la escuela y el colegio, mientras tu de forma rápida, mas no descuidada te arreglaste para la oficina.
Hace un año apenas aprovechábamos la mañana de domingo, y yo mientras bañabas a los niños, me desayunaba un cigarrillo en el balcón, ese 30 de enero, domingo de el año anterior, tampoco fue un día distinto, fue un domingo como cualquiera, yo leí el periódico y mientras te ayudaba con el almuerzo ojeaba el fútbol, aunque el detalle de nuestras miradas cómplices y picaras por la noche anterior fue un ingrediente distinto en la rutina, reíamos y nos mirábamos con pasión y chispeante picardía como la de cuando nos conocimos, no hace lejanos octubres; y es que la noche anterior al ritmo de los doors y nuestros sudores y cuerpos, nos sorprendió la madrugada de este 30 de enero común y corriente.
Ha transcurrido un año y mi pequeño es cada día más vivaz y terrible, mientras mi pequeñita se acerca mas y mas a ser una señorita, y trato de reconocer al  bebé cachetoncito que apenas tendría unos meses ese 30 de enero domingo; tu en cambio eres la misma; un poco mas vieja, apenas un poco mas seria que aquella mañana normal de aquel "hace un año ya" que hoy amaneció lunes; y suspiras mucho más, mientras pierdes tu mirada por la ventana mientras me buscas; , y de pronto me parece que ambos días son el mismo, como si un suspiro fuera un instante y ese instante pudiera alargarse todo un año, recuerdo poco de ese día pero sé que fue un día como cualquiera, por que la gente muere todos los días y el hecho de que hoy este cumpliendo justamente un año de muerto, no cambia en nada el que hoy sea un día como cualquier otro 30 de enero; a no ser por que ustedes no me olvidan, ni la promesa que les hice mientras esperábamos la ambulancia, de que todo saldría bien; y mi muerte como cualquier otra muerte normal no cambio el día de todos los otros que pasaron de largo e ignoraron el accidente con el carro mientras cambiaba una llanta, preparándolo para dar un paseo como cualquier otro paseo familiar de domingo que se trunca por algún imponderable de el destino.


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