miércoles, noviembre 18, 2009

Mujer que llora.


Esta historia empieza con una mujer que llora, su llanto es como un gemido, el aire le sale por la boca y la nariz, jadea, mueve la cortina de la puerta y asusta al niño que entre-duerme.
Sigue con un sobresalto, y un ruido a la espalda, un frio en el espinazo y los ojos de un pequeño que abiertos todos vuelven a ver lo que cae en la noche, lo que vio como sombras rondar mientras oscurecía, y que había golpeado su puerta, y sigue, con esa sombra de madre que entre el llanto desesperado manda a que duerma, mientras habla con una sombra a oscuras en la puerta, que le confirma que la muerte goteo sobre su casa esa noche, y ahí le deja esa hija muerta, se alejan las luces de los mensajeros, rojas y azules dando vueltas.
Una tía lo cuida la madrugada, pero una ausencia se hace grande, a veces los demonios bajan de el cielo a llevarse a alguien, monstros grandes, como explico la maestra de catecismo en la escuela; son demonios, por que en cambio los ángeles son buenos y cuidan a las hermanas, no se las llevan, no dejan ausencias y dolor.
Para él las nubes ya no serán las mismas que tenían formas de animales cuando jugaba con él su hermana; son bellas pero le asustan, él sabe que la mañana de esa noche algo rondaba el cielo y vino por ella.
Esta historia sigue con una hermana muerta en una caja, aterrorizada y enojada, como cualquier joven al que le arrebatan la vida; él demasiado niño para entender, la trascendencia y lo terrible de el camino cuando dejen allí ese cuerpo.
Le enseñan una hermana igualita a la de él, que no habla, no ríe, no juega y no entiende, es hora de que esa extraña sensación como de miedo y frío que siente desde que lo despertó su madre llorando en la cortina tome forma, el hueco y la soledad de esa ausencia que se sienten raro, todos lloran más fuerte, las muestras de dolor se vuelven más duras, los adioses más gritos, lágrimas que parecen infinitas, y sigue con un unas poleas que la van bajando, y tiran rosas, y entonces el niño al fin pregunta, y nada mas lo abrazan pero no responden.
Esta historia sigue con la casa en silencio, y una mujer que llora, sentada sobre la cama de la muchacha con una mortaja abrazada; llora, desconsolada, y termina con un niño que extraña a su hermana, que no entiende todavía lo que pasa, y que todos tengan los ojos rojos, la casa llena de gente, que lo quiten de la cortina de la puerta donde llora su madre, y lo manden a jugar, él no la esta viendo a ella, ve a su hermana que sonriendo y cómplice con un dedo en los labios y viéndolo le pide silencio, mientras abraza por la espalda a la madre que se extrémese, y vuelve a ver, pero no hay nadie.
*imagen tomada de la película "peur du noir"

10 comentarios:

Anónimo dijo...

No sólo me gusta lo que has escrito muchísimo, el texto contiene girones de tu propia alma puestos en él.

dèbora hadaza dijo...

el dolor es algo tan cotidiano que hasta enternece.

abrazos

GAlcidesS dijo...

Faltaron los zombies y sus malolientes entrañas para atraer comentarios soeces. Je je.

Saludos.

Zepol dijo...

Todos nos relacionamos con la tristeza por que la hemos sentido, nos relacionamos con la muerte por que la hemos vivido.

Grande como siempre. Excelente texto.

cHoli dijo...

Me gusta ese final

Saludos

Anónimo dijo...

Estremece.

Un abrazo.

LIFE Graciela Bacigalupe dijo...

Nada peor que la muerte de un hijo...es como que te rarancaran las entrñas o una autopsia en vida...perder una henrmana... poder berla en complicidad abrazando a la madre, y esos adultos que callan y solo lo abrazan llorando...Las imágenes de esos cajones a veces con puntillas como cajas de bombones... Ups amorexia que texto...Siempre narrado de una forma que atrapa...Caundo se tiene el don...como vos lo tenés...no queda más que escribir , aunque a veces se deba retirar unos días por averías... Abrazos desde Buenos Aires!!!

Anónimo dijo...

=...(

Ka-tica dijo...

que si habremos sido abrazados por muertos que amamos? que si nos ponen la piel de gallina y "no vemos a nadie"...
uuuuh!!!

Anónimo dijo...

Hola Amorexia, por acá vuelvo de nuevo. Obsesiones que no se curan.
En fin. Espero que estés muy bien.

Saludos
Hannibal