domingo, junio 26, 2011

Simples pequeños fragmentos...

Siempre he creído que las letras saben mejor con el sabor oxido del café y el cigarro, imagínate solo echarte en la boca un trago pequeño de café con una bocanada de Benedetti, dejártelos en los labios, sostener ambos sabores en los mismos, y cuando finalmente se diluyan hacia la garganta, fumar un poco, apenas antes del siguiente trago de letras...


Dichoso el músico sobre el escritor, que aún cuando no puede componer, puede cantar, puede tocar & hacer música; el escritor es siempre silencioso aunque tenga mucho que decir, aunque ya lo haya dicho, y lo grite o lo susurre...  


ultimamente me desvelo pensando y tratando de entender como la lejanía esta tan cerca y todas las aristas que esto conlleva, y desde entonces, tan breve no puedo escribir... aún gritando con todas las ganas...  


Aveces olvido cuantas normas exige el amor, más desde que me encontré con una mujer que a cambio de que yo le acepte sus inexistentes defectos, acepto aguantarse los mios. 


El quedo enganchado a su mirada, y le regalo las suyas.
Ella le correspondió con una sonrisa, y él entonces le pidió que le diera su número. Con un bolígrafo prestado ella se anotó el número en la palma de la mano, y se lo dio a él que lo acepto de mil amores.

aquí quedaron en el fondo de este vaso de cerveza sin tomar, las ganas de estar bien y de escribir, tu en cambio te abrazaste a tu orgullo y dormiste plácida, mientras yo con cara de asco, solo me quedé toda la noche sufriendo de este síndrome de la página en blanco.


-Por que te entristece la música bailable?
-Por qué ella bailaba como un demonio, y no fue a mi a quién se llevo el diablo.


Las alas para volar, están hechas con sueños...

(los textos carecen de conexiones absolutas)

2 comentarios:

Luna dijo...

Siempre he envidiado a los músicos por tener la maravillosa opciones menos silenciosas de expresarse.

Andrea dijo...

Tenés que echar cachos y cola...y sacarla a bailar