martes, enero 02, 2007

Volver a los días comunes.


Anoche no podía dormir, no soportaba la quietud y el silencio... la calma, la soledad de tenerte en mi cama durmiendo... distinto por completo a los días en que me gusta admirarte cuando duermes... anoche te necesitaba despierta, hablando, activa, para admirarte cuanto sabes y la elocuencia con que lo haces, ayer necesitaba tu calor abrazándome y seduciendome, tus ojos plácidos en la tempestad de el mar de Orión, para así disimular las sombras y los fantasmas que habitan mi noche y me llenan de ansias...

Transité los 100 canales de la compañía de cable al menos cinco veces... me levante, trate de leer, trate de cantar, trate de imaginar la tarde y a mi hija jugando, pero el ruido en silencio de la noche me perturbó cada vez mas... y el insomnio fue poblando mis posbilidades de dormir.
Entonces te das cuenta que la soledad no es ausencia de compañía... y no es que tu amor no me llene, que tu presencia no sea mi existencia, o tus ojos mi risa y alegría, es que te das cuenta de que existe una soledad silenciosa y oscura, como un demonio propio, una soledad personal, como aquella canción misteriosa de la que nunca supiste el nombre.

Y es que es raro extrañarte teniéndote aquí, y sentirme tan distante estando en casa...

Finalmente por lo menos, van acabando los días de fiesta y el diciembre falso y la falsa bonanza... yo sigo igual, no cambie durante el carnaval de fin de año, pero la gente alrededor se lleno de una falsa e hipócrita alegría y un aire de bienestar que termino en resaca... creo que me afecto quedarme fuera de la fiesta, te he extrañado tanto en este tiempo y a mi mismo que de pronto tengo miedo de que vuelvan los días comunes... y volver a la gente inmisericorde y estresada, volver al odio generalizado y el egocentrismo, a la apatía, a la guerra de todos contra todos... a volver a ser un silencio que guarda silencio ante el ruido de la cotidianedad, a volver a ser una oscura oscuridad ante el neón deslumbrante, a volver a ser soledad en la apatía de la compañía inconveniente por conveniencia.

Mejor quedémonos en el mañana, volvamos a nuestro juego de soñar y adjuntémoslo a este ciclo, alejémonos de la gente, olvidémonos de el bien, de el mal, de todo, encimemos la muerte mas allá de la vida... llévame a el Mar de Orión a jugar con las olas, a dejarme llevar por el vaivén infinito, calmo y salvaje, espérame en la playa, y déjame arremeter en tu cuerpo como las olas, ir llenando cada rincón de tu cuerpo mientras te voy dejando rendida en la playa, y golpeo con fuerza tus caderas con mi cuerpo de agua y sal, mientras me vuelvo abrazo sobre tu piel, mientras beso tu cuerpo con mi cuerpo de mar... hasta que finalmente encuentro tu boca, ya con mi cuerpo de hombre, y te hago el amor en la playa, bajo el cielo infinito.

Anoche no podía dormir abrumado por la soledad, por la oscuridad, por el silencio, ese que los hombres manejan magnánimamente en la selva de hormigón, de pronto uno se siente de nuevo niño, de nuevo vulnerable, y entiendes el miedo y el temor en los ojos de tus padres; cuando te decían que todo estaría bien.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu post me hace sentir la nostalgia del mar de orion en tus manos. Y la nostalgia q provocan en mi el amanecer y el atardecer. Es aquella nostalgia q provoca recordar de donde vengo.
Oceanos Cosmicos
TA TO TS TS AZLS OC

Anónimo dijo...

Uno solo trata de ser fuerte, mas es imposible lograrlo, por tanto tendemos a refugiarnos en otros... algunos (as) lo que hacen es refugiarse en una apariencia revelde y auntosuficiente, un poco liberal, rayando en promiscuo con etiqueta de "moderno" otros como vos y yo lo que hacemos es retractarnos en cada acto de hacer lo que hacemos. Yo estraño también la cara de incredulidad de mi padre cuando decía que todo iba a estar bien.
Hermosa imagen la de la ola que le hace el amor a una mujer en la playa.
Dulces sueños.

tierragramas dijo...

quizás - tan sólo quizás - los puntos suspensivos vienen a dar un ritmo demasiado en cámara lenta. Pero, bah, cuando estás solo, y cuando te sientes solo estando acompañado, esos puntos se cruzan por tu cara, bailando frente a tus ojos. Y es por que no sabes lo que viene. Y es por que te jode sentir lo que sientes.

He pasado por esto. Y he sufrido lo que sufres. Y pocos lo entienden, por eso leo este texto y me retiro sin mayores críticas.

Soy uno más del mundo. Y lo digo mientras, desde mi venta, el viento juega con las mechas que quedaron del corte de pelo que yo mismo, aburrido, me hice ayer.

Anónimo dijo...

El ritmo lento es poco, la referencia a "El mar de Orión" extraño... creo que este debe ser uno de tus textos intimos, pero transmite una admósfera de melancolía impensable...

Amorexia. dijo...

Todo lo que escribimos es personal e intimo, por lo menos en mi caso perro arrepentido... tierragramas, gracias por tu aporte, es importante aveces recordar que no importa si lo lograste o no, con solo que alguién se sienta identificado y se reconozca en tus palabras lograste mucho.

Warren/Literófilo dijo...

Bueno yo no escribo nada personal e intimo, pero si lo maquillo.

Anónimo dijo...

Los días normales... los días tranquilos se van alejando... viene el coco...

Angela Mata dijo...

Los días que creemos comunes terminan siendo a veces los menos normales...

La vida nos da a cada paso la lección de que no hay nada escrito y lo que menos se planea es lo que mas se disfruta...

Aunque los esquemas y las enseñanzas rigidas nos recuerdan a cada momento que "donde hay orden está Dios", la vida muestra otra cara, esa cara en donde encontramos a Dios y a nosotros mismos en los pequeños detalles...

Los detalles que nos traen a la maravillosa realidad en donde aún estamos vivos y nos corre sangre por las venas