viernes, julio 31, 2009

Página 161 5ta frase...


1. Agarrar el libro más cercano: "Otra vuelta de tuerca" Henry James


.2. Abrir el libro en la página 161


3. Escribir la quinta frase"Bueno, supongo que no debí haberlo hecho" (jajajaj nada interezante la verdad la frase)


4. Poner una imágen relacionada con la frase


Lo ven? estas son las cosas que lo ponen a hacer a uno los compañeros bloggers, en este caso dolor de muelas, buena nota men!
(no nomino a nadie, el que quiera hacerlo... mandese!)
Saludos a todos.
Deshora.

lunes, julio 27, 2009

De nuevo vida.


Una vez más, el viento se abre paso entre la ventana apenas cerrada y el pasillo, erizándome un poco; mientras el sonido de los monitores y las máquinas que intentan resguardar mi calidad de vida me aturden otra vez y silencian el murmullo de las visitas y las voces lejanas de enfermeras, auxiliares y médicos.

Esta vez ya no llegarás mi amor, sé que se te hace tarde cada día, pero para mi pecho la respiración de esta corriente helada es cada vez mas pesada, y ya no queda nada para sobrevivir, estoy cansado de pelear, de tratar de seguir vivo entre tanto dolor; ahora mismo he descubierto que la sonda de mi brazo esta floja, y ya mi piel hipersensible de tanto pinchonazo no quiere que la enfermera vuelva a acomodar la misma; es insoportable esta levedad.

Ya no encuentro sentido en los niños, la responsabilidad, la vida a tu lado, como el ruido de los monitores, me aturde esta sombra de la muerte sentada junto a mi cama, las voces de el pasado que me susurran recuerdos, la hipoteca, la póliza de vida, los planes para nuestra vejez; en realidad solo gustaría estar sentado en cualquier playa, con el ruido de el mar y la brisa salina en la cara, disfrutando una cerveza, fumando otro cigarro, aislado, solo, lejano, y en cambio mis pupilas doloridas por la luz blanca de los fluorescentes; al abrir la mirada a la realidad; de nuevo; solo me traen de regreso a esta cama que me duele, a ti que no llegas aún transcurrida media hora de la visita; y que imagino estarás estresada en el tránsito, ataviada y confundida por mi salud y esta larga estancia en el hospital que se aúna con la carga de la familia, las cuentas y la vida que pretendimos crear juntos y que me duele insoportablemente y me llena de culpa irónicamente justo por que ya no me importa.

Si tan solo pudiera estar en casa, mirando el fútbol, sonriéndote a lo lejos, jugando a lanzarle a mi hijo la pelota, levantándome por otro refresco mientras tu adobas algún pescado y yo sediento te agarro una nalga y tu sonríes picara y cómplice de mi travesura mientras te prometo en el medio tiempo preparar la ensalada... y si tan solo quisiera esto para que llegarás a tiempo, para que este cuerpo resistiera el tiempo que perderás en esta hora pico sin restricción vehicular, pero de pronto un agudo pinchazo me saca de mi deseo y una enfermera acompañada de un médico me inyectan alguna droga tratando de lograr lo que ya mi fuerza, mi voluntad y mis ganas no pueden, por que estoy harto de ser una carga, de estar postrado en este colchón incomodo que guarda ya mi forma de días y días de sostener mi cadáver con al menos; de nuevo; un soplo de vida, vida que mas bien es muerte, lenta y anestesiada.

Apúrate mi amor! apúrate que este aire frío que entra por la ventana me es irrespirable! apúrate que las lágrimas aderezadas con medicina queman los ojos, mismos que están doloridos por esta luz fluorescente que me ha bronceado de muerte.

Que mi hija me pregunte donde encontrar en la computadora de la sala aquel juego de Hello Kittye que tanto le gusta, mientras le sonrió a pesar de que el equipo contrario mete un gol, y llega el medio tiempo y preparo una deliciosa ensalada que comeremos con tu pescado; bueno, al menos tu y yo por que lo niños solo comerán el pescado, oh maravilloso! cuanto me gustaría un trozo ahora mismo, pero aquí todo sabía mierda al principio, luego ya no me dieron mas por que no podía tragarlo, y mi alimento cuelga de este depositario, una solución salina con alimento que aún en mis mejores momentos de agonía te decía era tu pescado delicioso hecho agua en una bolsa; y calmaba tus ojos llorosos y tristes prometiéndote que pronto estaría en casa para que me hicieras un filete con ensalada, y lo comeríamos mientras terminara de ver el fútbol y jugara con los niños, pero ya no mi amor, ya no, apúrate! apúrate que no quiero morir sin ver tus ojos! apúrate por que me ahogo y ya no hay nada mas que hacer, y estoy de vuelta de mi promesa hueca en esta cama muriéndome, deseando descansar, aturdido de nuevo por los monitores y las voces lejanas, imaginándote en la presa de la hora pico, ataviada, dándole por el celular alguna indicación a mi hermana sobre los niños, corriendo `para encontrarme; de nuevo; si acaso con vida.

Tu también debes estar harta, perdóname, y diles a mis hijos que me perdonen por no poder jugar con ellos, por no estar en casa haciendo ensalada, por que ya no me importa, por que ya no estaré despierto hasta tarde escribiendo en la computadora, por que ya no los besaré y cobijaré en las madrugadas, y a ti ya no te besaré y cubriré con mi cuerpo el frío nocturno que entra por la rendija de la celosía que; de nuevo; en una promesa vacía iba a arreglar justo el domingo que me vinieron a internar, frío que como este que ya no puedo respirar entra por la ventana y me trae de nuevo de mis pensamientos a esta cama, al aturdimiento, al ardor de ojos que las lágrimas y la luz fluorescente me causan; pero entonces, justo cuando te volvía a imaginar atareada en el tránsito, entras tú apenas para rendirme, apagas la luz y cierras la ventana! maldito Dios!!! déjate de hacer pasar por alguien que me reconforta! Permíteme dejar de creer en ti maldita sea!!! hazte hombre y vente a sentir las mil agujas que se me clavan en el vientre! a cagar sangre conmigo y a que te duela la piel que llevas encima! y la vida que dejas y pretendes que ya no te importa! maldita sea! maldito seas!

Me absuelves de la vida con un beso, con tus lágrimas, y me entrego a el ruido de los monitores y las voces lejanas que se vuelven ruido blanco, creo que he abierto los ojos por que la luz de los fluorescente es traída por el frío hasta el "cluster one" de este viaje liviano que emprendo, y me río, me río por que hay un túnel y una luz al final de este; y empiezo a tratar de llegar a ella, entonces las paredes de el túnel me golpean, me empujan, se cierran tras de mi, y alguien me toma por la cabeza, lloró y me limpian la garganta, desnudo y asustado me envuelven en una manta, me ponen sobre el pecho de mi madre; ella llora, llora de alegría, he nacido, una brisa que se cola entre la ventana apenas cerrada y el pasillo, erizándome un poco; mientras el sonido de los monitores y las máquinas que intentan resguardar la calidad de vida de los moribundos me aturde; de nuevo; y silencian el murmullo de las visitas y las voces lejanas de enfermeras, auxiliares y médicos mientras me anuncian, que estoy vivo.

lunes, julio 20, 2009

Pequeñas pistas


La verdad, me alegra haber sido yo quién lo encontró: aunque claro, hace días suponía que estaba ahí, principalmente por que el día que Diana mando la bola junto al galerón ese que usaban como bodega, me llego un olor feo, un hedor a muerto; como cuando deje un pedazo de pizza bajo la cama durante semanas.
Me alegró haber sido yo, por que hubiera sido feo que las chiquillas encontrarán a su papá así; muerto, en descomposición, hinchado y lleno de gusanos con un escopetazo en la pura jeta; además se me hizo super interesante, nunca había visto un muerto en mi vida, y mucho menos uno que se hubiera podrido; y no entiendo como a nadie se le había ocurrido buscar ahí, igual que con el asunto de la pizza.
Estaba tirado en el suelo y los ojos estaban llenos de agua, se veían como una bolsa con algo blanco adentro, daban asquillo; y la piel la tenia amoratada, levantada; y en la cabeza, justo donde tenía el escopetazo olía quemado, la piel estaba así como babosa, parecía gelatina, en tonos verdes y morados, bastante desagradable por cierto. Estaba tieso y con la boca abierta, se le habían salido los dientes y el pelo lo tenía tieso, le colgaba la piel por encima de la cara, y al mezclarse con la sangre de el escopetazo parecía que se había derretido, parecía una cabeza de esas que ponen en las casas de los sustos.
Todavía tenía los pantalones abajo, como el día que lo vi ahí con Diana, y por malo entonces le metí el palo que tenía en la mano en el culo, varias veces, como él le estaba haciendo a mi primita ese día, y me pareció entonces que ya era hora de avisar que lo había encontrado, ya mi tía había llorado bastante al viejo jueputa ese, antes si limpie la escopeta como hacen en las películas para que no le encontraran huellas de mis manitas, como pude metí la escopeta debajo de tío para que pareciera que se había suicidado; por dicha siempre me quedo tarde viendo programas de detectives, por eso sé cómo se hacen estas cosas.
Cuando salí de el galerón ya mi tía venia, y mas apurado que otra cosa por ir donde mis primas; le dije: "Ahí está tirado y podrido tío" y haciéndole una seña a mis primas que se abrazaban tras ella con cara de susto, las agarre de la mano y me las lleve a mi casa a comer pizza, para que no vieran nada de lo que seguía, lo demás todo fue cosa de adultos.

lunes, julio 13, 2009

Levedad



Levedad…
Soy escritor de la noche, por eso me gusta la hora de los fantasmas, rodearme de invisibles, tomar dictado. Ya son varias noches las que no me hablan, en las que no se presentan, a pesar de la atmósfera correcta, la oscuridad, el silencio, la soledad, pues cada vez que una presencia me susurra al oído, recuerdo tu rostro.
Hay gusanos en la ensalada, y raíces y enredaderas creciendo en las paredes, la oscuridad ha tomado todo, y los leves rayos que entran por las ventanas tapeadas desde adentro tan solo sirven para incrementar y hacer mas notable la noche.
Despierto con el ruido de los que golpean mi puerta, entran las damas prostitutas sin rostro, muestran sus pechos enormes, ensucian de hollín el largo ruedo de sus vestidos blancos, y se quedan en silencio recitando sus cantos de sirena y llanto.
Soy solo uno mas que se desterró, de los que trabajaban por la luz y cruzó la línea por ese albedrio incongruente de ojos vacíos y amor humano, y desobedecí señales, gritos y maestros, me entregue en mis fuerzas por lo que creí justo, por que los misteriosos caminos de Dios se me volvieron borrosos, y en el espejo hoy solo veo un demonio, que se niega a ser súbdito, a ser legión.
Poseído, temeroso veo cucarachas como ratas asirse de mis piernas, mientras me miran desgraciadas con enormes ojos ciegos; doy un paso para atrás, un paso en falso, y la oscuridad se mete en mis ojos, baja como humo en reversa, me cubre, me reza.
Maldita sea la gente y el mundo, los niños bellos que me abandonan, la inocencia que ya no profeso por fé y convicción; ni siquiera puedo ser ateo por que esta rabia va contra él; si no como odiarlo!? Si no de que vale estos silencios y mis asesinatos si Dios no existe?
La noche me cae encima, y las damas prostitutas lloran y se tocan, se cogen, empieza la orgía y la habitación se va llenando de demonios que vienen a ver caídas mis fuerzas; todos los ejércitos de luz me han abandonado, todo; y cualquier Dios me ha repudiado, y solo me quedan estas letras a la hora de los muertos.
Lo hice por sexo, por amor, por lo que sea, y maté al que cumplía un equilibrio y no debí desterrar; la niña en mis brazos siniestros se fue desmoronando mientras era torturada, y reía, y aunque me dijeron que no entrara, que no me metiera estalle en sombra que se esparce como incienso quemado, y partí su alma, y la de sus legiones, aunque no debía, y me dejaron solo, a esta suerte.
La muerte se llevo a mi familia, pero se negó a verme siquiera a la cara, a tocarme, a aliviarme; yo seduje a la perra, pero la sangre que goteó de mis muñecas tan solo me otorgo mi apariencia de fantasma, un fregadero tapado de coágulos y carne, pero no de el alivio que buscaba; y hoy me llegan a llevar uno por uno y sus miserias, la casa repleta de muertos, demonios y fantasmas, y ahora la niña tan solo se corta, se corta sola por el gusto de verse sangrar, loca, distraída perdida; atormentada, por que ya no es su padre; el demonio que no debí destruir; quien la atormenta; si no mi estancia, mi presencia. Yo me agito y la busco, la calmo, me masturbo sobre ella tirada en el suelo ausente, con su mano y su cuchillo en unión profunda, hasta los tendones, hasta que los dedos ya no responden y lo suelta; me arrepiento, me despabilo, pregunto por vez primera su nombre, en busca de un pequeño vestigio de nuestra humanidad; de la mía perdida en este tormento; y por un momento fija los ojos perdidos y abiertos como platos; vuelve un instante de la locura y solo atina a decirme que no tiene nombre “nunca nadie pensó que viviría lo suficiente como para necesitar ponerme uno” y entonces desolado y enterado de que no habrá respuestas ni luz más; doy otro paso en falso y me alejo, mientras ella vuelve a la locura y con las manos y los dedos atrofiados trata de volver al cuchillo y termina jugando con su sangre encharcada en el suelo; y yo gimo como cerdo mientras me sujetan; y por eso esperé la hora de los muertos, por que ahora trato de sublimarme y encimar la noche estallando en humo espeso y casi líquido de desintegración; para matarlos, para matarme, redimirme? Quizás, aunque ya no importe, me miro de nuevo en el espejo y veo al demonio, aunque en mis ojos reconozco al hombre, ya no puedo detenerlos, y me saben indefenso, levanto la cara para vomitar el alma, con la esperanza de escapar de él, tal vez de despertar; pero entonces aparece, justo al final de la hora de los muertos; 2.59am, y todos de rodillas me hacen saber, que su sola presencia, es punto final para este texto.

lunes, julio 06, 2009

Senos



Los senos han de ser sin duda ese primer premio que pubertos encontramos al alcance de las manos, luego de los labios, finalmente aprendemos a esculpirlos, a escalarlos, a amamantarnos nuevamente de su leche pasional, y atrapados nos quedamos en sus curvas, parecemos obsesionados con ellos, hasta que un día nos interesa mas lo que guardan debajo, por que sonreímos y los amamos a pesar de que hayamos descubierto junto a la frustración de ellas, la gravedad.